4: ¡Ay no jodas!

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-Yeray, ¿enserio tienes qué ir?- me estoy alistando para ir a la academia, solo me falta coger mi bolso y las llaves y él no quiere dejarme ir
-Que si Illel, no puedo faltar
-Pero....es parte del contrato- me contesta algo cabizbajo
-Solo serán tres horas corazón
-Que mas queda...apura que te voy a dejar
-Oki- empiezo a buscar mis llaves las cuales no encuentro, corro a mi cuarto y nada, los bolsos tampoco, baño nada, cocina menos, sala tampoco.
Me estoy desesperando
-Illel las llaves ahora- le ordeno estirada una mano para que me las de ya que no están por ningún lado, él las tiene que tener
-Yo no las tengo- me dice lentamente
-No estoy jugando, damelas- digo seria
-Enserio, no las he cogido- y empieza a virar los bolsillos de su pantalón en los cuales esta solamente su billetera, osea no tiene mis llaves.
¡¿Dónde están entonces?!
-¡¿Entonces qué se hicieron?!
-¿Buscaste bien?
-Si, ya busque por todos lados- y empezamos a buscar otra vez.
No aparecen
-Pero salgamos y le pedimos una copia al recepcionista
-Si, sera lo mejor- agarro mi bolso, camino hasta la puerta, giro la manija pero esta no abre, lo intento otra vez y nada, este día esta yendo fatal...
-¿Y ahora qué paso?- pregunta Illel algo aburrido de la situación
-Pues que no abre- se acerca y vuelve a girar la manija para todos los lados pero esta no sede
-Yeri creo que se trabo
-No..., ahora que recuerdo el recepcionista deja todas las puertas con seguro en las noches
-¡Ay no jodas!- se pega en la cabeza con una mano y yo solamente alzo una ceja algo preocupada
-Estamos encerrados....- pronuncio lentamente
-Sip
-Pero llamemos al recepcionista- anuncio, troto hasta él teléfono y marco, este lanza un mensaje indicando que la linea esta en reparación, cierro y hago un sonido de exasperación, vaya día,
¿Qué he hecho yo para merecer esto?
Nada, o eso creo...
-¿Vienen?
-La linea esta en reparación- suelto desanimada
-¡Ay no jodas!- tiene algo con esa frase, pero debido a esta situación le cae como anillo al dedo
-¿Y ahora qué hacemos?- pregunto al aire
-Pues esperar a que alguien se de cuenta que no salimos y vengan a rescatarnos o romper las ventanas
-Lo cual es imposible, es vidrio laminado
-¡Ay no jodas!
-No jodas tú con esa frasesita que ya me tiene hasta la coronilla- le solté exasperada, soltó una risilla culpable, simplemente negué
-Bueno entonces voy a ver televisión- pero empezó a caminar a la cocina, esta taradito mi amigo.
Llegue a mi cuarto, me deje el cabello suelto y empece a quitarme la ropa hasta quedar desnuda, me estire y empeze a hacer sutiles movimientos de ballet, cuando sentí una mano en mi cadera, pare inmediatamente.

Amigos con derechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora