Peter Pan tiene la segunda estrella a la derecha, tiene a nunca jamás. Pues resulta que yo tengo otra estrella. La mía era la estrella más fácil de mirar en el "firmamento" que se halla envolviendo todas las paredes de mi habitación, incluido el techo, claro está. Pues yo elegí a esa estrella como la estrella jefa dado que necesitaba que tuviera significado... Tantas noches en vela y por fin ya había pintado mi habitación y había colocado las pegatinas sobre ese fondo blanco, que de noche se vuelve negro, y por fin algo le daría un ambiente especial... Aquella era perfecta. Siempre es visible en la posición que suelo dormir, y sí, por fin no miraría el techo sin sentido alguno. Al fin y al cabo, esa estrella me hace llorar, trasnochar, soñar, pensar, y, sobre todo, amar. Elegí esa estrella, pero cada vez que miro el firmamento, en esta ocasión el cielo en sí, por la noche, yo pienso: "Quizá él esté mirando el cielo, quizá está observando la inmensidad del universo pasado, pasado, que se extiende al futuro, sin dejar rastro en el presente." Una pequeña anotación... El presente no existe. Es una ilusión. Al igual que puede serlo el tiempo en sí... Lo que yo sé, sea ilusión o no, es que quiero pasar el mayor tiempo posible confiando en esa estrella, la cual ahora volvió. Necesito que se quede si no por siempre, al menos un par de años.
Gracias, estrella con una "S" escrita, por darme una oportunidad, tras escuchar todos mis llantos, y prometo nunca jamás fallarte.
