6: Bomba de relojería

620 35 5
                                    

Al día siguiente, Drake salió a la ciudad ya que tenía que comprar algunas cosas. Me dejó durmiendo (el muy animal me dejó agotada >///<) y con Silver posado sobre la cabecera de la cama, por seguridad. 

Al despertar, casi me da un paro cardíaco al ver dos enormes ojos mirándome con curiosidad. Luego hundí el pecho y soplé en la cara al búho.

- Me has asustado, chaval- me levanté, maldiciendo por lo bajo que Drake fuera "más grande" que Jake, y salí de la cama. Silver elevó el vuelo y se posó en mi hombro, aunque tuvo que retirarse de nuevo al ver que yo no podía soportar su peso tanto como Drake. Era un búho de considerable tamaño. 

Me fui a la cocina, siempre seguida por Silver, y me serví un bol de cereales con leche caliente. Me puse a comer, dándole de vez en cuando al animal un poco con otra cuchara que me vi obligada a coger para él. 

- Eres un goloso- reí. 

Silver ululó y luego voló hasta el sofá, donde se posó en el respaldo y metió la cabeza en su plumaje. Meneé la cabeza y terminé de comer tranquila.

*************************************************************

- Vale, sé que la ciudad está lejos, pero Drake ya debería haber vuelto- me preocupé dos horas después de haberme despertado. Silver me miró y luego volvió a hundir la cabeza. 

Fruncí el ceño, extrañada,  y decidí salir a buscarle. Me puse una camiseta y unos pantalones de Drake, los cuales tuve que atármelos con un cinturón porque se me caían, y me interné en el bosque con el búho planeando sobre mi cabeza. 

Caminados ya casi 100 metros, oí un ruido extraño a lo lejos y me detuve para escuchar. Sonaba como una pelea de animales salvajes, lobos u osos, así que empecé a retroceder. Sin embargo, Silver lanzó un chillido en esa precisa dirección y echó a volar rápidamente hasta allí, provocando que luego yo lo siguiera a toda pastilla. Lo que vi casi hace que se me salga el corazón por la boca:

Drake y Jake, luchando encarnizadamente, y el que iba perdiendo era Drake. Aún no me habían visto.

- Ríndete de una vez, hermano- decía Jake-. Eres más débil que yo porque eres vegetariano.

- Seré más débil que tú- decía Drake-. Pero no me voy a dejar vencer por alguien como tú. 

- No...- se me escapó un murmullo suplicante. Al instante me tapé la boca con ambas manos, pero ya era demasiado tarde. Me habían oído. 

- Vaya, vaya, vaya, mira qué zorra se ha dignado a aparecer...- comentó Jake con aire divertido.

- ¡No la llames zorra!- Drake enfureció y arremetió contra su hermano, el cual se limitó a golpearlo con fuerza en el estómago y hacerlo caer al suelo, retorcido. 

- La llamo como me dé la real gana- escupió Jake, acercándose a mí. Yo no podía moverme. El miedo no me dejaba. 

Me agarró del brazo y me besó con furia, antes de clavarme los colmillos en el cuello y recuperar fuerzas a costa de mi sangre. Solté un quejido e intenté apartarlo de mí, pero fue inútil. Una vez satisfecho, me soltó por fin. 

- Has venido en el momento justo, pequeña. Y me apostaría algo a que mi querido hermano disfrutó contigo anoche igual que lo hice yo durante el tiempo que estuviste conmigo.

- Yo nunca estuve contigo. Me tenías secuestrada- sollocé. La impotencia me recorría el cuerpo entero: quería ayudar a Drake, pero no tenía ninguna oportunidad ante Jake. Si Drake no vencía... moriría. Yo lo sabía. Y eso significaría que volvería a manos de Jake. 

- No volverás a ponerle un dedo encima a Sasha- advirtió Drake, levantándose con dificultad-. No te lo permitiré. 

- ¿Ah, no? ¿Y qué te crees que estoy haciendo ahora?- volvió a morderme, pero esta vez se llevó un zarpazo por parte de Silver. Jake supo reaccionar y agarró al búho por una pata, tirándolo al suelo y dejándolo aturdido. Drake se debilitó aún más (gajes del vínculo entre vampiro y animal). 

- No le hagas más daño, por favor...- rogué-. Haz lo que quieras conmigo, pero por favor, no lo tortures más...

- Te ha costado, pero te has aprendido las reglas, preciosa- rio Jake, malvado. Agaché la cabeza y fruncí los labios, dolida. No quería que siguiera hiriendo a Drake por mi culpa.

De improviso, y antes de quererme dar cuenta, estaba colgando de una soga atada a la rama de un árbol, a metro y medio del suelo y mirando justo hacia donde yacían Silver y Drake. 

- Antes de que regreses conmigo, quiero que seas testigo de cómo mato a mi hermano y al pajarraco- me murmuró cerca del rostro, mientras yo luchaba por alejar un poco la soga de mi garganta. Conseguí colar dos dedos delante, permitiéndome respirar costosamente al menos. 

- ¡No, por favor!- lloré. Jake se acercaba a su propio hermano con paso peligroso, mientras que yo sólo podía observar y suplicar-. ¡Jake, no lo hagas! ¡Detente, por favor!

El corazón se me iba a salir del pecho. La adrenalina me quemaba la sangre. Mi cuerpo entero hervía de furia. Parecía una bomba de relojería a punto de estallar.

- Ahora voy a acabar con tu mísera vida delante de la chica que amas- decía Jake, agarrando por el cuello a Drake y levantándolo del suelo.

Tres...

- Se acordará de esto durante toda su vida y me obedecerá para siempre.

Dos...

- Nació para ser mía, para ser mi zorra.

Uno...

- Adiós, hermanito.

Sálvese quien pueda.

************************

La cuerda reventó y caí al suelo, envuelta en una nube de rayos azules como si yo fuera una nube cargada de electricidad. Se oían chasquidos por todas partes, y muchísimas ramas y árboles cayeron al suelo, fulminados por todos los rayos que se desprendían de mi piel. Finalmente había explotado lo que Silver decía sobre que yo era eléctrica. Y no se equivocaba.

La furia me cegaba. Solo sabía que tenía que acercarme a Jake y matarlo de una vez por todas, cuidando de no dañar a mi pareja. Ambos se habían quedado helados con mi repentina transformación, y el vampiro carnívoro se vio obligado a soltar al herbívoro. 

- No vas a ir a ninguna parte, Jake- mi voz salió amenazante, metálica y aterradora. 

Levanté un brazo en dirección a él y cientos de rayos se dirigieron directamente hacia él, fulminándolo y matándolo casi al segundo. Su cuerpo calcinado cayó al suelo, donde mis descargas eléctricas lo seguían torturando después de muerto hasta que se convirtió en cenizas. 

Verlo así, por fin destruido, hizo que me calmara poco a poco, y los rayos azules se fueron disipando hasta que volvía a ser yo. Recuperé la conciencia, la cual parecía haber perdido mientras eliminaba a Jake del mapa, y me fijé en un desvanecido Drake a mi derecha y a un atolondrado Silver a mi izquierda. Corrí hacia Drake.

- Drake, Drake, por favor, despierta- supliqué, sacudiéndolo. No abría los ojos-. Drake, te lo ruego, abre los ojos. Mírame. Estoy bien. Despierta. 

Desesperada, cogí una piedrecita del suelo y me hice un tajo superficial en la muñeca, torciendo después la cabeza de Drake hacia arriba y abriéndole la boca, dejando caer mi líquido vital dentro de ella. Después se la cerré y esperé a que reaccionara.

En esto, Silver vino dando saltitos sobre la hierba a mi lado y se quedó a mi lado, mirando a su dueño con unos enormes ojos tristones. 

Drake no despertaba. 

Llegó la noche y tuve que arrastrarlo hasta su casa y acostarlo en su cama. Lo tapé, le besé la frente, me acosté a su lado y apoyé la cabeza en su pecho.

No despertó en toda la noche. 

Lo había perdido. 

(En la foto, rayos eléctricos como los que liberó Sasha)

Una cazavampiros en apurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora