8: Nada es lo que pareció (FIN)

663 53 12
                                    

Si no fuera por el shock que tenía, de ver a mi amiga muriéndose ante mí y riéndose sin yo saber por qué, ya habría fulminado al hombre que me apresaba. Tal era el terror que no podía ni llorar ni gritar. Nada. Solo observar con la respiración y el corazón agitados. 

El que me apresaba levantó el cuchillo al lado de mi cabeza, y supe que iba a cortarme el cuello en cualquier segundo. Me equivoqué.

- Si hubieras matado a Sasha te habría hecho sufrir más, Úrsula- gruñó el hombre... lanzando el cuchillo sobre el pecho de mi amiga. 

- Me habría dado lo mismo... La habría matado...- seguía riendo ya la irreconocible Emily/Úrsula-. No puedo creerme... Que la defiendas... Pensaba que eras un vampiro... Dejaste que matara a... Tu propio... Hermano... Drake, no te mereces... Ser llamado... Un vampiro...

- Eso es porque soy un vampiro vegetariano. Vosotros sois impuros y crueles, de sangre fría y unos asesinos- escupió el susodicho vampiro, soltándome y acercándose con furia a la chica, retorciendo el cuchillo en su pecho. Ella se seguía riendo, mirándome. 

- Emily, ¿por qué...?- empecé a decir, incapaz de articular palabras suficientes. Estaba temblando, confusa y aterrada. Drake seguía destrozando el cuerpo de Emily. 

- No se llama Emily- me corrigió, mirándome. Sus ojos estaban llenos de ira. Acto seguido se levantó y empezó a explicármelo todo-. Sabía por mi hermano que desde hacía años Úrsula se cambia el aspecto y el nombre para encontrar cazavampiros por todo el mundo, destruyéndolos a medida que se los encuentra. Cuando oyó hablar de ti, enseguida robó el cuerpo de tu verdadera amiga, Emily, y se hizo pasar por ella. 

- Pe... Pero... Entonces...- sollocé. Mis ojos ardían-. Emily...

- La Emily de verdad está muerta, y aunque su alma hubiese sido guardada, en este estado físico no podría haber resucitado. Lo siento, Sasha, pero hace diez años que Emily murió. Todo este tiempo fuiste amiga de una vampira corrupta.

- Querer acabar con quien acaba con los tuyos no es corrupción...- gruñó la mujer, ahora con su verdadera voz. Sonaba incluso más grave que la de Drake, pero aun así mantenía el suave tono femenino-. Sasha se convirtió en mi caso más difícil hasta ahora... Si siguen muriendo vampiros a sus manos pronto nos extinguiremos...

- Vosotros deberíais haber nacido todos vegetarianos- la cortó Drake, siseando como una cobra-. Por vuestra culpa millones de personas cada día lloran la muerte de sus amigos y familiares porque al alimentaros los matáis. Y antes de eso, los torturáis. Los vegetarianos ni siquiera hacemos daño a los animales: tomamos la cantidad justa de sangre y el animal recupera su libertad. Eso es lo que nos diferencia.

- Los vampiros han sido a lo largo de la historia seres con apariencia humana... Que se alimentaban de humanos... Y los mataban... No quieras cambiar eso con la excusa del daño producido...

Úrsula, aún desde el cuerpo que por derecho le pertenecía a Emily, me miró con los ojos brillantes, llenos de ira que se liberaba en lágrimas. Los tres allí presentes... Bueno, cuatro, ya que Silver observaba desde el respaldo de mi sofá, sabíamos que ella moría aquí y ahora. Su alma no podía reencarnarse más. La verdadera Úrsula estaba apagándose como las velas de una iglesia, poco a poco, hasta que todo su interior se sume en la más completa oscuridad.

- Mataste a mis padres, a mis hermanos, a mis hermanas, a mis amigos, a mi novio... Llevas haciendo esto desde que maté a tus padres. Que hubieras matado a los míos ya me habría enfadado, pero habríamos estado en paz. Pero fuiste, y mataste a toda mi familia. Me dejaste sola. Si ya antes de ti odié a muchos otro cazavampiros, a ti es a la que más odio he tenido. Cada día te imaginaba suplicando por tu vida, mientras yo me alimentaba a costa tuya y te desmembraba poco a poco... Eso habría sido el borde del éxtasis para mí. Verte sufrir todo lo que me hiciste sufrir a mí...

- ¿Te crees que yo no me convertí en lo que soy por las mismas razones que me estás dando, Úrsula?- protesté, llorando. No me movía de mi sitio-. Desde que mis padres murieron, he tenido que aprender a vivir por mi cuenta, con el único apoyo de mis amigos, y la que creía que era Emily. Maté a cientos de vampiros desde que empecé, no puedo negarlo, pero lo hago por proteger a los míos. Igual que tú. No somos tan diferentes: arriesgamos nuestras vidas cada día para defender lo que amamos. En tu caso, ahora que no te queda nada...

- ... lo mejor es que me muera de una vez- terminó Úrsula la frase. Asentí, mordiéndome el labio con fuerza sin cesar de llorar-. Sólo quiero advertirte una cosa, Sasha: como yo, hay muchos vengadores vampíricos sueltos por el mundo, y a ese nivel te conocen todos. Yo de ti tendría cuidado... Porque más... De uno... Intentará matarte... Como lo intenté yo... 

Úrsula tosió sangre una última vez, antes de dejarse abandonar por la rigidez y dejar de intentar aguantar. ¿Para qué resistir? Iba a morir igualmente. Mejor hacerlo ahora y terminar de sufrir. 

Cuando la vi cerrar los ojos y dejar de respirar, lloré un poco más al ver la enorme paz que invadió su rostro. Ya ahí no veía a mi supuesta amiga Emily, sino a una mujer liberándose de todo su dolor y reuniéndose con los suyos allá donde quiera que estuviesen. Para ella, la guerra había terminado. Y el sufrimiento. Y la furia contenida. Y las lágrimas amargas. Todo. 

- Silver me trajo hasta aquí en cuanto desperté- dijo Drake, rompiendo el doloroso silencio y acercándose a mí-. Estaba en coma, pero tu sangre me ayudó a recuperarme antes de lo previsto. Y menos mal... Silver podría haber acabado con ella solo, pero no podía irse de mi lado. Me dijo lo que pasaba y llegué justo antes que tú. Logré reducirla para evitar que saltara sobre ti y te matara antes que yo a ella, y el resto ha sido lo que has visto. 

Yo aún seguía sin reaccionar. Me limitaba a mirar a Drake a los ojos, llorando, hasta que lancé un grito y me abalancé sobre él, abrazándolo con fuerza y empapando su hombro de lágrimas. 

- Sabía que no te podías haber muerto. Sabía que no podía ser verdad- sollocé. 

Drake me devolvió el abrazo con fuerza, antes de obligarme a separar un poco para secarme las lágrimas del rostro y besarme con dulzura.

- Nunca más vas a volver a estar sola, Sasha- prometió-. Nunca más. 

Ahora, Drake vive en mi casa junto con Silver, aunque de vez en cuando hacemos escapadas románticas a la casa del bosque (jijiji... ^///^). Ya no hay ningún peligro, y sigo siendo cazavampiros. Drake no se involucra por dos motivos: uno, porque yo podía valerme por mí misma en esos casos, y dos... porque no lo dejé. 

Tonterías aparte... No me arrepiento de nada.

************FIN************

Una cazavampiros en apurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora