diecisiete

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Samuel llegó a la casa de Guille.

Las luces estaban apagadas, tenía mucho miedo ya que no conocía esa zona muy bien.

Se escuchaban sonidos desde adentro.

Eran gritos.

Gritos de Guille.

-¡Maldito idiota! ¿Es que no sabes hacer algo bien imbécil?.- hubo silencio después de ello.- Ve a tu habitación maldita basura.

Se escucharon pasos y un suspiró del mayor.

Samuel camino por los lados de la casa y vio una habitación prendida, se escuchaban llantos. La ventana estaba abierta. Samuel entró.

Se encontró a Guille con varios moretones y heridas, no preguntó. No podía. No debía.

Porque la debilidad de Samuel era esa pequeña carita triste.

Lo siento por todo el retraso con la novela, las clases son un asco y pasaron cosas que no me ayudaban a sentirme bien para escribir. Esperó que esto sea una compensación por la demora. Los amo

caras tristes | Fanfic WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora