Las palabras que al fin puedo decir

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Pasaron ocho años desde ese encuentro...
Durante esa época estaba trabajando como profesor en una escuela de artes y estaba bastante feliz con mi trabajo, aunque mi vida amorosa no era una cama de rosas junto a Yesung.

No fue nada malo, simplemente él no era para mi; ni yo para él, y aunque dimos lo mejor de nosotros para sacar a flote la relación, ambos solo estábamos forzando a nuestras mitades a estar juntas, dejando al verdadero amor irse sin que nos diéramos cuenta de ello.

Decidí salir con Yesung tres años después de que nos conocimos. El pobre siempre me insistió para que aceptara ser su pareja, pero, simplemente por más que me esforzaba no podía sentir lo que siempre se menciona respecto al amor; ese famoso cosquilleo en el estómago, como sí cientos de mariposas revolotearan por todas partes. Sin embargo sentía bastante tranquilidad a su lado y siempre lograba hacerme sonreír con alguna de sus tonterías y sus bobos y amorfos bailes. Así que decidí emplear el consejo que solía decir mi madre, "quédate con la persona que te quiera, así evitarás el amargo dolor de un amor no correspondido"
Siempre me pareció una frase egoísta y algo cruel hacía la otra persona, porque solo le darías falsas esperanzas sobre tus verdaderos sentimientos, pero de todas formas decidí aplicarlo y le dí el sí. Después de todo, nunca me había sentido atraído hacía alguien, hasta que lo ví...

¿Por qué al crecer, solo pensamos en nuestra felicidad y no reflexionamos en el daño que le podríamos causar a quién decíamos "amar"?

Fue una fría mañana a finales de otoño, del tipo en el que quisieras ser un oso para poder invernar hasta la próxima primavera, desgraciadamente era profesor y tenía que ir a impartir mi clase. Así que con gran recelo, me encamine hacía la escuela y cuando entré al campus pude observar al director hablando alegremente con un hombre que parecía de mi edad, bastante alto, tez blanca y cabello castaño. Simplemente no pude despegar mi vista de él y cuando pasaron junto a mi y el director me saludó, nuestras miradas se cruzaron y pude sentir un escalofrío recorrer por completo mi espina dorsal, así que con leve sonido de "buenos días" acompañado de un pequeño sonrojo de mi parte y un asentimiento junto a una sonrisa de parte del joven, nuestros caminos se separaron.

-¿¡Qué diablos fue esa reacción de jovencita, Kim RyeoWook!? De seguro fue a causa del frío de esta horrible mañana- Murmuraba para mi, refunfuñando hasta llegar al salón de clases.

Tomamos la decisión, nuestros destinos se cruzaron pero ninguno le tomó importancia, perdiendo lo que pudo ser un final feliz.

En realidad mi relación con Yesung no podía ser clasificada como mala, hacíamos lo típico de una pareja feliz y él siempre se mantenía diciendo que me amaba, incluso decía que esperaba pasar el resto de su vida a mi lado, sin embargo nunca le pude decir un "te amo", siempre fue un simple "te quiero Yeye" y varias veces pude ver sus ojos tristes al no escucharme decir lo que el deseaba.

Y bueno es que "te amo" era una palabra con un gran peso sentimental y creía que no podía decirlo a menos que realmente lo sintiera, era como una palabra que aún se encontraba con la leyenda "por desbloquear" y desgraciadamente con él nunca pude usarla, ni en la cita más tierna ni en la intimidad de la habitación.

Esta situación causaba bastante culpa en mi, bueno específicamente por cuatro años de relación. Después llegó ese adorable secretario a la vida de Yesung.

Yesung trabajaba en la empresa de su padre y era bastante competente manejando las relaciones públicas de la compañía, y como su secretaria decidió dejar su empleo para dedicarse a su familia, contrataron a un joven un poco rogordete, tierno, de dulce sonrisa y de aura angelical, llamado Sungmin.

Y puedo asegurar que a Yeye se le iban los ojos al verlo, ya que en las pocas veces que fuimos a comer juntos en nuestro descanso, pude ver que no le era indiferente su lindo secretario y esta fue una prueba más de que no lo amaba, después de todo, es en este tipo de situación donde se deben sentir celos. Ya que el ver a tu pareja tan entretenido mirando a otra persona que no seas tú debería causar ese desagradable sentimiento y yo no me sentía enojado en realidad.

Te amo (Two Shot KyuWook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora