Desperté de igual manera que el día anterior. Iba de salida y Kate estaba corriendo hacia a mi, con una sonrisa, supongo que quiere que le cuente lo que pasó con el chico de ayer, pero más bien me va a regañar si le digo que fui una total grosera y que me fui de ahí.
-Hola- dijo descansando un poco y tomando aire.
-Hola- dije dándole palmadas en le espalda.
-¿Yy?- puso cara de curiosidad y pícara a la vez.
-¿Qué?- traté de que sonara lo más naturalmente mi voz, y desinteresada, para que entendiera que no
había pasado nada importante.
-Ohh, vamos, no me digas que te portaste mal con él.
-Mm, mira, no estaba de humor ayer- sonreí apenada.
-Grosera- hizo un puchero- Él era muy guapo, yo hubiera llegado más lejos- me guiño el ojo.
-Eres el colmo- dije riendo.
Nos fuimos a la escuela, ya que se nos hacía tarde. Empezamos a correr, sólo por diversión, y sentía el aire que pegaba en mi cara, me sentía libre, sólo en ese momento. Un momento tan corto, que duró sólo segundos y después se desvaneció, por mis pensamientos negativos, y por el sonido del timbre para entrar a clases.
Entramos a nuestras respectivas clases, y como siempre, a iniciar de nuevo.
El tiempo se pasó volando, y tenía que irme a casa esta vez sola, ya que Kate había quedado con el chico que vio ayer en la fiesta, en ir a comer.
Y seguí caminando por el patio enorme de la escuela, con mi mochila en un hombro. Vi a un grupito de chicos y chicas, ellas, tratando de coquetearles, daba vergüenza verlas prestándose de ese modo, ya que ninguna de ellas merecían un trato como ese, de nadie.
Me tomó un tiempo ver que alguien me estaba observando desde una de las jardineras, a lo que yo volteé con algo de brusquedad y vire mis ojos al percatarme que el que me observaba, era el chico de ayer.
Tenía una guitarra en la mano, y una mochila atravesada de hombro a cadera, se veía igual de guapo que ayer, pero era alguien al que le gustaba molestar, y eso no me agradaba en lo más mínimo. Tomó su guitarra y empezó a dar una caminata hacia mi, a lo cual respondí confundida, tratando de caminar simuladamente más rápido para que no me alcanzara. Pero no funciono, pues comenzó a correr lo más rápido para alcanzarme, y me llamo, deteniéndome en seco. Lo miré confundida.
-Pareces acosador, espero y no pretendas eso- me di la vuelta para irme pero tomó mi brazo.
-Espera- insistió- No soy esa clase de persona- Soltó mi brazo y me miró a los ojos- Mi nombre es Justin Bieber- dijo extendiendo su mano,
dedicándome una bella sonrisa de oreja a oreja.
-Soy ____ Swan- dije con una sonrisa que automáticamente salió de mi- Y desde cuándo vienes a esta escuela, no te había visto nunca, desde que entramos.
-Apenas ayer vino mi papá para que pudieran meterme a esta escuela, ya que quería también molestarte- Me guiño el ojo, y seguía sonriendo.
-¿Qué?- dije algo histérica.
-Era una broma- Rió entre dientes y me miró atentamente, haciendo que me quedara congelada por su encantadora mirada.
