Recuerdos

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Aún sigue fresco el sentimiento de aquella vez cuando, casi sin motivo, en mis pensamientos te observé, te analicé y te reclamé. Te reclamé como parte de mí; sin motivo expuesto, sin razón alguna. Simplemente quería, o más bien necesitaba, que fueras mía; solo mía, sin ninguna objeción de tu parte, ni de los demás.

Mi ser reclamaba el tuyo como una proclamación cósmica que recaería en un final favorable a mis peticiones... — ¿Eso sonaba bien, no? —Pero me di cuenta que estaba equivocado, — ¿no podría resultar tan fácil, cierto? —, sin lugar a dudas el camino no era ése, sino algo totalmente distinto.

Eso fue lo que observé aquella vez cuando era despojado lo que debía ser mío por derecho divino. Tan fácil como lo pedí desapareció, sin aviso alguno. Te vi reír, gozar y llorar por un extraño que sin más, obtuvo todo lo que anhelé por demasiado tiempo... ¿Así de fácil fue eso?

Ahora me siento sin rumbo y, lamentablemente en vez de encontrar el timón para poder emprender el viaje en el sentido correcto, encuentro recuerdos con los que emprendo una gran travesía con destino al fin del mundo.


¿Volveré?... sin ti... no sé.

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