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_Narra Valentina_

Mi alarma comenzó a sonar a todo lo que da e hizó que saltara de la cama y cayera al piso, con frazada y todo. Me hice masaje en la zona que me golpee y luego me levanté del suelo, obviamente también tuve que levantar las sábanas. Ya una vez hecho eso, me dirigí al baño a hacer lo que uno hace siempre cuando se levanta. Bien, me miré al espejo y lave mis rostro, mis dientes y peine mi pelo, que pareci un nido de pájaro, sinceramente.

—Valentina, ¿Ya te levantaste?—gritó mi mamá.

—Si má—le contesté con el mismo tono y salí del baño, ahora dirigiéndome al armario.

De éste saqué mi ropa que llevó casi siempre para danza, me cambié rápido y luego me coloqué las zapatillas, para después bajar.

—Buen día—saludé dando pequeños brincos a la escalera, como toda niña, tengo quince, que conste mi niñez.

—Ojala te caigas—dijo con mal humor mi hermano pasando por a lado mío. ¿Y éste que le pico?

—Yo también te quiero—le respondí sárcasticamente y me fui de una vez a la cocina. Mi panza rugía por el hambre que tenía.

—Ahí tienes tu desayuno—avisó mamá dándome un beso en la mejilla y retirándose de la cocina y dejándome a mi, con la palabra en la boca.

—Gracias—susurré algo decepcionada. ¿Por qué? Bien, mis padres siempre se la pasan trabajando y casi nunca estan en casa, pero eso sí, por no estar mucho tiempo nos vamos de paseo a la.....No les interesa, solamente trabajan mucho.

Asi que me dispuse a desayunar, sola. No tardé mucho, por que si no llegaba tarde y es lo que menos quiero. Cuando termine de desayunar deje el tazón sobre la mesada y subí rápidamente a mi pieza. Agarré el bolso, el celular y me fui de casa.

(...)

—Al fin—dijo Bianca levantando sus manos ya cansada de esperarme.

—El colectivo no se apuraba—reí besando la mejilla de cada una.

—Pero al menos llegaste ¿no?—dijo Lolita bostezando y refregando sus ojos.

—¿Dormiste?—le pregunté y ella negó con una mueca.—¿Por?

—Estuve ayudando a mi hermanito a hacer una maqueta de porquería—respondió—, y nos quedamos despiertos hasta las dos de la mañana.

—No te duermas bailando, eh—golpee amistosamente su hombro riendo.

—Bueno chicas, comencemos con el pre-calentamiento—entró una profe con una felicidad, lo cual se le notaba en la cara.

Dejamos nuestros bolsos y comenzamos a estirar nuestro cuerpo. Después de esto, empezamos con los nuevos pasos y eso que hacemos todos los días. Si bien, amo bailar por que puedo expresarme, en sentido de los movimiento, me relaja mucho. Y más amo venir, por que conocí a Bianca y Lola, que en tan poco tiempo se conviertieron en personas especiales.

Luego de una larga mañana de movimientos, nos dieron unos minutos de "recreo".

—Goméz, Martínez, Peralta—nos llamó la profe, cosa que nos pareció raro.—Vengan, por favor.—Nos acercamos dudosa a ella—Me pidieron que busque a mis mejores bailarinas y las elegí a ustedes tres. ¿Para qué? Estan buscando bailarinas, para que bailen en un concierto que va a hacer dentro de tres semanas.

—¿Y de quién es el concierto?—cuestionó curiosa Lola y con una pizca de emoción. Las tres estabamos emocionada.

—Eso, se van a enterar mañana cuando vayan al lugar que la citaron, para que muestren lo que más saben hacer—respondió con una sonrisa—Solo dejensen llevar y den todo, por que tengo esperanza que van a quedar.

Sin más que decir, la tres comenzamos a saltar como locas, esto es un sueño.

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2017 ⏰

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