Poema XXII

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Vivimos a cientos de kilómetros
pero aun así
mi corazón late por ti
sigo esperando el día
en que pueda abrazarte
y lo pueda sentir.

Imaginando como sera tu sonrisa
soñando plácidamente con tu voz.

Al llegar la noche
el único susurro que quiero oír
es el de tu voz
diciendo dulces sueños mi amor.

Que cuando haya pesadillas
te pueda abrazar
con tus palabras puedas calmarme,
todo eso y más

Por amor a la poesía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora