Capitulo 3.

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-ANTERIORMENTE-

 -Pero.. intentó escaparse.- se excusó el otro hombre.

-Ese sería mi problema, me pertenece ahora.- el otro hombre solo me miró enojado, dio media vuelta, y se fue.

-Hola.- me dijo mi nuevo dueño. –Soy Samuel.- dijo sonriendo

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No contesté nada, seguía asustada, no sabía dónde estaba, sus intenciones, nada.


-Será mejor que nos vayamos.- la sonrisa que antes había aparecido en su rostro, desapareció.

Comenzó a caminar, lo seguí lentamente, no quería que me obligara a caminar, con golpes. Llegamos a la salida, el caminó hacia un auto, supongo era suyo.

Fingí seguirlo, y de pronto corrí hacia el lado contrario de donde él estaba, intentando escapar. Se dio cuenta, y comenzó a correr detrás de mí. Yo seguía usando los tacones, por lo que no podía correr rápido, y el terreno rocoso no me favorecía mucho.

-¡Vuelve aquí!- gritó mientras casi tropezaba, aun siguiéndome.

Para mi mala suerte, había una piedra, que no vi, y caí al suelo. "Samuel" llegó a mi lado, e intentó regular su respiración.

-No... intentes... huir... no... Tiene sentido...- dijo regulando su respiración, desvió su mirada a mi pierna, que sangraba ligeramente por un raspón que se había hecho debido a que tropecé. -¿Estas bien?- yo solo asentí. –Anda, levántate.- dijo tendiéndome una mano. Tomé su mano e intenté ponerme de pie, pero me dolía al intentarlo.

-No puedo.- dije en tono apenas audible. Samuel solo suspiró, y se agachó hasta dónde yo estaba, para cargarme.

Me cargó hasta su auto, abrió la puerta del copiloto y me dejó en el asiento, puso seguro a la puerta, y rodeó el auto para subir del otro lado.

Comenzamos a avanzar, al parecer estábamos algo lejos, ya que llevábamos 30 minutos aproximadamente yendo por carretera. Ninguno de los dos había articulado palabra alguna, yo solo volteé hacia la ventanilla del auto, y comencé a llorar, lo más discreto posible. ¿Y si no volvía a ver a mi madre? ¿A mis amigos? ¿A mi hermano? Esas ideas me pusieron aún más triste. Samuel no dijo nada porque yo lloraba, solo me miraba por el rabillo del ojo, y regresaba la mirada al camino.

Llegamos a una residencial algo apartada de la ciudad, llena de casas enormes, con grandes jardines, piscinas, y autos lujosos. Pasamos frente a una casa enorme, hermosa, y fue ahí donde Samuel estacionó el auto. Samuel bajo del auto, y lo rodeó, para abrir la puerta del copiloto.

-¿Puedes bajar sola?- me preguntó, haciéndose a un lado para que lo intentará. Me sequé un par de lágrimas que caían por mi rostro, e intenté bajar, lo logré, pero me dolía.

-Sí... si puedo.- dije apoyándome en la puerta del auto, para bajar.

Caminamos hacia la entrada, cuando casi tropiezo en uno de los escalones, "Tropezar, no me ha traído nada bueno últimamente" pensé para mí misma.

Samuel se acercó para ayudarme a subir los escalones, pasando su brazo por debajo de mis hombros.

-Bienvenida.- dijo abriendo la puerta de entrada, dejándome pasar primero, y cerrando la puerta detrás de él.

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Espero que les este gustando.

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Los amo mis Readers <3.

ATTE: EUNICE UNICORNIA.

Vendida (Vegetta 777 y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora