Photograph (CAMILA CABELLO Y TÚ) ✔

Capítulo 3: Entrenamiento

Ya ha pasado una semana desde la iniciación de las clases, una semana desde que dos nuevos integrantes forman parte de nuestro grupo. Hoy inician los entrenamientos de Lacrosse para el equipo masculino y femenino, pero empiezan los del equipo masculino ya que son los que más necesitan reforzar la técnica.

Mientras ellos acaban, todo el grupo estamos viendo a las animadoras practicar, entre ellas están Mani y Ally quienes no lo hacen para nada mal. Al menos eso pienso yo, pero la plástica está que las asesina con una metralleta.

-¡No y no!... ¡Así no es la rutina. De nuevo! _estaba casi carcajeándome al verla con la vena de la frente casi saliendo.

-Camila, apenas iniciamos hoy. Es normal que estemos un poco perdidas. _dijo Mani como si fuera lo mas obvio, que así era. ¡Punto para mi chocolatito!

-No interesa. El primer juego de la temporada es en dos semanas y tiene que salir perfecto. _aclaró acomodando su cabello castaño. -Iniciemos de nuevo y espero que esta vez sea perfecto porque si no las mandaré a dar 50 vueltas al campo.

Camila giró y mis dos amigas muy maduramente empezaron a imitarlas logrando las risas de todo aquel que las veía. En cuanto Camila giró ambas le hicieron creer que estaban hablando entre ellas, lo que me provocó más risa.

-¿Les dije que era tiempo de reír? ¡A sus posiciones!

-Soy yo o la plástico está más insoportable. _comentó Vero mirándonos a todos.

-Tal vez le vino. _contestó Dinah y todos soltamos la carcajada.

La rutina era espantosa, ni siquiera la entendía, tal vez lo único que entendía era el "Halcones invencibles, nadie nos ganará... Y bla bla bla. Ni siquiera tenía rima.

-¡Maldición! ¡Esto está saliendo pésimo!

-¡Chicos, chicos la vena le va a reventar! _mordí mi labio al intentar controlar la risa.

-Ya te dijimos que es el primer día. _le recordó Ally totalmente calmada.

-¡¿Sabes qué?! Si no quieres estar aquí mejor vete.

¡Ah no Cabello, con mi solecito no!

-¿Y perderme el privilegio de ver como te vuelves más vieja con cada grito?... No gracias.

Abrí mis ojos con una enorme sonrisa. ¡Así se hace solecito! Enseñale a la guarra quien manda.

-¡UHHHH! ¡LLORALA, LLORALA NENA! _grité con una gran carcajada que se extendió más al ver como su mirada asesina se dirigía hacia mi.

El entrenamiento del equipo masculino acabó junto con el de las animadoras, era nuestro turno así que Vero, Dinah, Laur y yo fuimos a cambiarnos.

-¡Estuvieron geniales! _celebró Laur abrazando a Ally.

-Lastima que la viejita no piensa lo mismo. _dijo Mani divertida.

-No te preocupes chocolatito sensual. Ella es de otra época. _soltamos una gran carcajada.

-Las vemos en las gradas. _asentimos y nos dirigimos a nuestras taquillas para sacar el uniforme.

Eran unos shorts azules con dorado y un esqueleto del mismo color. Los colores de nuestro uniforme.

-Te esperamos en el campo capitana. _choqué manos con Dinah mientras terminaba de amarrarme los cordones.

-Si siguen así... No podré animar a Austin como se lo merece. _escuché la voz de Camila y no pude evitar reprimir mi risa.

-No te preocupes Mila, todo saldrá perfecto. _Aine y Camila aparecieron a unos cuantos metros de donde me encontraba.

-¿Tú aquí? _Camila levantó una ceja.

-Yo aquí, tú aquí, él aquí, ella aquí, nosotros aquí... ¿quieres que continúe? _me levanté buscando mi stick en mi taquilla.

-¿Te han dicho lo ridícula que eres? _Serpenteó su cabeza.

¡¿Por qué diablos hacen eso?! Parecen una jodida cobra.

-Depende los niveles de ridiculez... Por ejemplo el tuyo es: "Ayy si esta manada de inútiles no menean el trasero como les ordeno a la media neurona que tengo por novio no se le parará y no sabré si puedo llegar al orgasmo"

Agudicé mi voz e hice una pose de teatro para darle más efecto a la cosa.

-¡TÚ NO SABES NADA, MEJOR CALLATE! _gritó totalmente roja de coraje.

-Y tú mejor deja de gritar o te saldrán arrugas... Viejita. _pellizqué su mejilla y salí corriendo al ver que casi me golpea con su bastón imaginario.

Salí al campo con una gran sonrisa recibiendo los aplausos de parte de las gradas y mis compañeras de equipo.

-Equipo mío, que gran honor volver a jugar con ustedes. _sonreí chocando manos con algunas. -Como hoy es el primer día de entrenamiento solamente haremos calentamiento y un juego ligero ¿okey? _todas asintieron. -Muy bien 5 vueltas al campo y nos vemos de nuevo aquí.

Soltamos los sticks y empezamos a hacer lo que ordené.

Después de las cinco vueltas seguimos con unos cuantos ejercicios de estiramiento y después vino el juego.

El juego era simple, había un portero que era el lugar de Dinah. Tres defensas que era el lugar de Mary, Rachel y Valery. Tres mediocampistas que eran Vero, Sophie y Charlotte. Y por último las tres delanteras que eramos Laur, Chloe y yo. El resto todavía no eran titulares por lo tanto debíamos jugar contra ellas.

Cruzamos los sticks y el entrenador colocó la pelota de goma en medio de ambos, con el sonido del silbato ambas elevamos los palos y dejamos que la pelota volara.

Sophie la atrapó pasándosela a Charlotte y después a Vero que corriendo logró pasársela a Chloe antes de que una de nuestras contrincantes la tumbaran. Chloe me la pasó a mi, yo empecé a correr con Laur a mi lado esquivando a las mediocampistas y defensas del equipo rival, cuando estuve cerca de la portería se la pasé a Lauren quien  levantó el stick e hizo una anotación perfecta.

Chocamos manos y volvimos a la posición inicial. El resto del entrenamiento quedó en un empate, celebramos por el gran trabajo y fuimos a las duchas para terminar bien el día.

Me enrollé en la toalla y salí hacia los vestidores vacíos dispuesta a colocarme mi ropa... Pero vaya sorpresa, mi taquilla estaba vacía.

Sonreí con ironía al adivinar sin esfuerzo de quien se trataba: mis amigos no fueron porque sus bromas no son tan pesadas como esta... Así que la opción que me queda es Camila Cabello y su amiga Aine.

Suspiré y busqué en una de las taquillas más viejas otro conjunto de ropa y zapatos. Esta taquilla perteneció a una a una ex alumna y amiga que se graduó hace dos años quien me dió la contraseña de esto, desde entonces la utilizo como suministro de ropa para ocasiones como estas.

-Muy bien Cabello. Guerra quieres... Guerra tienes. _fué lo último que dije antes de cerrar mi casillero con fuerza.