uno

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como de costumbre, louis camina al parque cerca de su casa donde todas las tardes se junta con sus vecinos bill y tom, unos gemelos, bastante distintos, que llevan a su gordo perro a dar un paseo.

los gemelos son mayores a louis y siempre cuidan de él. cuando la madre de louis trabaja por la noche en el hospital, le pide el favor a uno de los gemelos que cuidara de louis y sus hermanos, ellos aceptan sin recibir nada a cambio. en realidad, los dos disfrutan estar con la pequeña familia del castaño, ya que, la de ellos está en alemania. ellos llegaron aquí para conseguir buenos trabajos al terminar sus estudios.

el ojiazul para sus pasos una vez en el parque, buscando con la mirada el cabello platinado de bill o tratando de escuchar los ladridos de pumba. pone una mano sobre la frente, tapando el sol que le impide ver con claridad. frustrado, alisa sus pantalones y se sienta en la banca blanca frente a él. no los ve por ninguna parte, tal vez se han atrasado un poco.

"¿qué se te perdió?" escucha a su lado, una voz grave.

alza la mirada y ve a un chico con cabello rizado, bastante conocido.

"¡harry!" chilla alegre. "estoy buscando a mis amigos, pero no los veo por aquí. ¿tú que haces?" cruza las piernas, subiéndolas a la banca y palmea el lugar de alado, para que harry se siente.

"pasaba por aquí. fui a hacer unos trabajos a casa de un amigo y quise venir por un helado" explica.

el castaño asiente.

louis conoce a harry desde hace algunos meses. harry trabaja como recepcionista en el consultorio dental al que louis asiste. la madre del castaño siempre lo deja ahí diez minutos antes de cada consulta y vuelve otros diez minutos después terminada ésta. tiempo suficiente para que ellos platicaran de cualquier cosa. al de ojos verdes le agrada la compañía del menor durante su trabajo porque es aburrido y él le distrae unos minutos.

a louis también le cae muy bien harry, él le da paletas de colores después de salir del consultorio, aún sabiendo que esas paletas sólo son para los niños pequeños. muy pocas veces se lo ha topado en el supermercado, louis muy apenado levanta su manita y la agita levemente en modo de saludo, harry sonríe e igualmente ondea la mano.

"¿cómo se llama tu amigo? si vive por aquí seguro lo conozco" pregunta el menor, animado.

"zayn" dice "¿lo conoces?"

"¡sí, sí! tiene tatuajes bonitos y viene con un muchacho y luego se sientan a fumar en ese árbol" apunta a un lugar específico y efectivamente, ahí está zayn con su novio, liam.

agita la mano, louis, hacia dónde los dos están. ellos devuelven el saludo, sonrientes con los cigarrillos entre sus dedos.

el sol pega sobre el rostro de harry, bañándolo en un tono anaranjado. haciendo que sus ojos brillen y se noten de un color verde más claro. louis piensa que son los ojos más bonitos que ha visto nunca. y él es un amante de observarle los orbes a la gente, porque ahí él podía notar si esa persona era buena o no. nadie lo entiende, sólo él.

en los ojos de harry veía calidez, dulzura y mucha confianza. siempre tiene una sonrisa sincera para regalarle a louis cada vez que iba a sus consultas, una que otra vez algo cansada pero al fin siempre sincera y alegre.

un bulldog inglés, gordo y enano, se acerca a ellos, olfateando las manos de louis y seguidamente las de harry. el rizado se alarma cuando el perro le empieza a lamer las manos.

"tranquilo" dice louis, haciendo un movimiento con la mano, llamando así la atención del perro, atrayéndolo hacia él "es sólo pumba, el perro de unos amigos. no te hará nada ¡verdad, pumbi!" el castaño hace una voz graciosa, acariciando las orejas del cachorro y besándole la cabeza.

harry se tranquiliza entonces, no temía por él. sintió temor de que ese perro pudiese morder al más bajo, pero por lo que le dijo, se calma. copia la acción de louis, y le acaricia la cabeza.

"¡eh, perro, no corras así!" la voz de billy se hace oír, cansina y agitada "hola louis y..."

"harry" se presenta "soy harry"

"mucho gusto, harry. yo soy bill. me disculpo por si te asustó pero es un poco, hmm, cariñoso" bromea el platinado y con dificultad toma al can en brazos.

"no te preocupes, estoy bien" asegura.

"okey. cuando termines con tu amigo, louis, puedes ir conmigo a comer un helado. tom vendrá en un rato" el muchacho alto se aleja, guiñándoles el ojo.

los ojos del pequeño se amplían y las mejillas se le calientan ¿por qué bill tenía que ser muy obvio algunas veces y dejarlo en vergüenza?, se pregunta dentro de su cabecita.

"¿vienes muy seguido por aquí? veo que conoces a bastante gente" harry quiere saber.

"cada día. vivo en la casa de ahí" apunta una casa color blanca con detalles negros. era grande y bastante elegante. como no, si la madre de louis era doctora en el hospital privado de la cuidad, y su padre ingeniero. el trabajo del progenitor del castaño le impide verlo con frecuencia, causando una gran tristeza en sus tres hijos.

"¿y bill, quién es?"

"es un vecino que vive justo a un lado de mi casa, en la amarilla. es alemán y vino aquí con su hermano para trabajar. siempre cuidan de mi, lottie y ernie cuando mi mami trabaja por las noches y papá viaja a trabajar" cuenta, tomando entre sus dedos su cabello castaño, trenzándolo. su cabello era tan lacio que se soltaba una vez terminada la trenza. bufa y lo acomoda mejor. "¿tú dónde vives, hazz?"

desde su tercera visita al consultorio dental que louis hizo, le comienza a llamar hazz, al rizado parece no molestarle.

"¿conoces la universidad pública?" el castaño asiente "vivo en los habitaciones de ahí."

"un poco lejos ¿no crees?"

"sí, algo. vivo con liam, el novio de zayn. cuando escuchó que vendría a hacer tarea con él no dudo en colarse conmigo. ahora sólo estoy esperando que decidan irse, claro, no después de conseguir mi helado"

"¡oh, sí! helados. ven, vamos donde bill y tom, ellos siempre compran helados. te puedo presentar a tom. al principio parece alguien pesado y malo pero te aseguro que es muy dulce también, bueno, cuando quiere" suelta una risita baja.

toma la gran mano de harry, arrastrándolo a la pequeña heladería al aire libre cerca del mismo parque, donde en unas mesas, se encontraban los gemelos kaulitz.

la tarde pasa tranquila, entre risas y mejillas sonrosadas por parte del más bajo, cuando el gemelo mayor, tom, decía uno que otro comentario en doble sentido.

liam se acerca a la mesa, diciéndole a harry que era hora de irse. zayn, saluda a los gemelos y louis con los puños, como suelen hacerlo cada vez que se ven en aquel parque o cuando frecuentan en alguna fiesta.

a la hora de despedirse, harry besa la suave mejilla de louis, sintiendo en sus labios la temperatura caliente de ésta. el ojiazul murmura un bajo 'adiós, harry' algo avergonzado, bill le estaba mirando con la ceja perforada, alzada.

"¿te gusta, eh?" pregunta tom, una vez que el rizado y sus amigos ya no están cerca.

"no-o"

"no mientas, pequeño. ¡mira nada más que colores traes en la cara!" bill aprieta los cachetes de louis, él chilla.

"basta, no me gusta... bueno, no mucho" tapa su carita.

"ooooh" canturrea el gemelo menor, dulcemente "tranquilo, louis. sabes que no te vamos a juzgar. al contrario, estamos felices de que alguien te guste" lo tranquiliza, atrayéndolo a su pecho "¿verdad, tom?"

el de barba no dice nada, sólo frunce el ceño y se encoge de hombros, indiferente.

quince años ❀ lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora