Pulseras rojas -Adaptación Combate-

Parte 18

Narra Nacho:

Ana entro en la habitación y la mire sonriendo

- Hola —Saludo amable mientras se acercaba a dejarme un beso en la mejilla.

- Hola Ana... Tocas la guitarra? —Observe al notar que traía una sobre la espalda.

- En realidad no... Es de mi hijo —Señalo con la cabeza a Bruno.

- Ah.. —Hice una mueca de tristeza.

- A el le encantaba tocar —Sonrío melancólicamente- Así que supuse que le gustaría volver a escuchar el sonido de su guitarra..

- Buena idea.. Supongo que le gustara —Me senté sobre la cama mientras la veía acomodarse en la silla y ponerse la guitarra sobre el regazo.

Intento combinar algunos acordes pero se notaba que no sabia hacerlo. Intente ocultar mi risa para no parecer maleducado pero ella se dio cuenta

- Adelante, te doy permiso de reírte! —Me animo- Se que soy un desastre para esto!

- Perdón —Reí ahora sin reprimir mas la carcajada-

- Bruno siempre quiso enseñarme, pero en ese entonces yo no tenia demasiado tiempo —Se notaba cuanto lamentaba no haber pasado mas tiempo con el.

- Yo puedo enseñarte, a mi el tiempo aquí me sobra y tu no trabajas tanto como antes o me equivoco?

- En serio harías eso? —Me miro arqueando las cejas.

- No veo porque no.. Ademas me encanta tocar la guitarra y hace tiempo que no veo una...

- Quiero escucharte cantar una canción —Me extendió la guitarra.

La tome y la observe detenidamente, extrañaba tener una de estas en mis brazos. La afine y me aclare la garganta.

- Cae el Sol en tu balcón,
y el ritual se terminó
la verdad es que no ha sido fácil
la verdad es que no ha sido fácil para los dos
sigo aquí esperando por ti.

Yo quiero ir a algún lugar en donde pueda despertar
yo quiero verte sonreír y que no tengas que mentir
nos ves que estoy, estoy aquí dejando toda mi verdad
no queda nadie en la ciudad pero por vos me quedo acá.

- Bravo!! —Aplaudió con efusividad- Cantas y tocas hermoso!

- Gracias.. —Respondi algo tímido.

- Cuando empiezo con mis clases de guitarra profesor? —Bromeo.

- Si queres hoy mismo puedo enseñarte..

A los pocos minutos ella ocupaba una silla al frente mío y yo le enseñaba los primeros acordes. Me emocionaba bastante verla tan entusiasmada por hacer algo que a su hijo le gustaba solo para intentar que este mejor. Ojalá me hubiera tocado alguien como ella como madre. Bruno era un chico con mucha suerte después de todo.

Varios días fueron los que practicaban ambos durante horas en la habitación y aunque ellos no lo supieran Bruno los escuchaba, y estaba completamente feliz. Quería asegurarse de poder despertar para agradecerle a Nacho todo lo que estaba haciendo por el y por su madre. Esta ultima, antes de la llegada del chico estaba con ánimos muy bajos y la sola presencia del mellizo a ella la alegraba. Y por lo tanto a Bruno también.

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Holaaa como están?
Les dejo un capi...

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Que terminen bien el día!! 😁❤