Entre el cielo y aquel infierno

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Luego de un momento poco apropiado, finalmente Alejandro se ha encontrado con Jessica, fuera de lo que sospechaba que no era un simple sueño.

- Hace mucho que te busco.

- Y ¿Cómo fue que me encontraste? – respondió Alejandro.

- Pues al principio buscaba en todos lados, hospitales, internet, entre otro pero no podía hacer mucho teniendo solo un nombre, viaje a varios países pero no conseguí respuesta. Un día estando en Facebook vi una foto de una amiga que no veo desde hace mucho tiempo así que dije que si te conocía debía buscarla a ella para poder encontrarte por estoy aquí.

- Entiendo pero... ¿para qué me buscas?

- Esa es la razón principal por la que estoy aquí – suspira – nada de aquello de lo que has visto ha sido un simple sueño todo ha sido completamente real. Después de tanto tiempo estando en ese lugar. Un día desperté en el hospital me dijeron que estuve en coma y estuve un tiempo recibiendo medicamentos pero supe que debía hacer algo porque no me pareció que fuese falso todo eso que hemos visto los cuatro por eso vine a buscarte porque le he descubierto y necesito explicarte todo.

Alejandro se quedo por un momento estupefacto pero entendió todo lo que Jessica le dijo, y reacciona.

- Pues... no creo que sea tan obvio aunque no te miento tuve de momento una sospecha de que eso era real pero después descarte la idea ahora vienes tu a decirme que es real... no puede ser porque no se puede estar en dos lugares al mismo tiempo.

- Lo sé y entiendo tu reacción. En parte suena ilógico lo te de estoy diciendo por eso estoy acá por vengo a explicarte todo de lo cual son muchas cosas. Vamos a mi coche y en el camino te cuento todo para que logres entenderme de una mejor forma.

Ambos caminaron directamente al coche que estaba estacionado no muy lejos de donde ellos se encontraban. Alejandro se sentía con muchas dudad por lo que pasaba, se hacía muchas preguntas a sí mismo, tantas que invadían su mente entera. Necesitaba saber más de lo que Jessica sabía y había descubierto durante todo ese tiempo pero a la vez le daba algo de calma al saber que muchas dudas que él ha tenido serán aclaradas de una vez.

Jessica condujo hasta la casa de Verónica sin recibir ninguna indicación de donde estaba ubicada la casa a la que él debía ir. Durante todo el corto camino de regreso no hablaron nada tampoco Alejandro se atrevió a preguntar sobre lo que hablaban en un principio. No hablo nada hasta el momento de estacionarse frente a la casa de Verónica.

- ¿Cómo sabias que era aquí?

Suelta una sonrisa.

- Pues una de las razones principales por las cuales pude encontrarte fue la chica que vive en esta misma casa. Ella y yo somos amigas desde hace mucho tiempo. – dice Jessica.

- Impresionante, pues como uno se da cuenta de que tan pequeño es el mismo mundo ¿no crees?

- Lo mismo pienso yo... mira le daré una sorpresa, no sabe que he vuelto al país así que le hare una llamada a su teléfono para que salga. – ríe.

- De acuerdo.

Suena el teléfono y Verónica contesta.

- ¿Sí?

- Le hablamos de la compañía de energía eléctrica señorita venimos hoy acá para cancelarle la electricidad ya que está retrasada con su pago.

- ¿Qué? ¿Cómo? Yo voy bien con mis pagos no sean unos estafadores.

- Por supuesto que va atrasada.