Me llega una notificación en mi celular avisándome de que ha llegado un e-mail, lo abro y lo leo.
Estimado estudiante:
Es necesario recibir su confirmación si asistirá al campamento de verano que se ha avisado en la fiesta de graduación, que tal actividad se realizará en la semana entrante. Tendrá que llevar la autorización de que es estudiante de Lycée Henri IV, tal fotocopia se puede conseguir en la fotocopiadora del establecimiento.
También le pedimos que lleve lo que sea necesario para su bienestar (ropa, desodorantes, cargadores, etc) en un bolso lo suficientemente grande para que quepa todo, el campamento Eiffel no se hace responsable de la pérdida de celulares u otros aparatos tecnológicos. Les pedimos con todo respeto a las señoritas que no se permite ropa corta ni escotada, se les permite shorts de no mas cortos de cinco dedos por arriba de la rodilla y traje de baño.
También le queremos informar que nos vamos a reunir y pasar todo el trayecto del campamento con la escuela de Graned École y se repartirán las habitaciones en forma al azar.
Gracias por su atención, me despido:
Teddy Mclain, Directora de Lyncée Henri IV.
Dos escuelas juntas en un mismo campamento, compartiendo habitaciones con desconocidos, esto si va a ser interesante.
De igual manera faltan 2 días, y no se que hacer, mmm... ¿empacar? no... que lo haga mi mamá, además que falta mucho todavía; ¿leer? tampoco, que lo haga Dave por mi, ¿comer? si, COMER, muero de hambre.
Bajo las escaleras percibiendo el olor a comida desde la cocina, ya eran las 1:20 p.m y todavía no había comido nada. Cuando voy bajando las escaleras me encuentro a mi padre subiéndolas, pero cuando me ve se para en donde estaba.—¿Vas a comer hijo?
—Por eso bajaba.
Asiente y bajamos juntos al comedor. Cuando llegamos allí estaban mi madre y mi hermano sentados en la mesa, me siento al lado de mi hermano, no tenía otra, era el único lugar desocupado, lo fulmino con la mirada y él suelta una disimulada risa aún mirando su plato y le pego una piña en el hombro tan fuerte que hizo que se quejara.
—Me la debías —digo y apoyo mis brazos en la mesa.
—Ya, ya. Dejen de pelear, ya son grandes, en especial tú —nos regaña nuestra mamá señalando a Boris y poniendo un plato con un troso de carne y papas frente a mi, acto seguido se sienta. No se en que momento se había ido a la cocina.
—Entonces está decidido que vas a estudiar de pintor ¿no? —pregunta mi papá refiriéndose a mi.
—Corrección, diseño gráfico para autos.
—Y te aceptaron en la universidad ¿no?
—Se.
Minutos después terminamos de comer, Boris y yo estábamos mirando televisión en el living pero después nos fuimos a dormir ya que no daba nada interesante. Boris se fue antes que yo porque supuestamente "estaba cansado" pero ni el se la traga. A las dos y media de la mañana decido imitarlo.
Me despierto por el sonido de la alarma de mi teléfono. Casi ni puedo abrir los ojos de lo cansado que estaba, me fijo la hora y eran las 10 de la mañana.
Uf que temprano.
De pronto me acordé que mi papá me dijo que tenía que buscar en la tintorería el traje de su trabajo a las 10:30 a.m. Me levanté, di tres saltos, hice diez flexiones, quince abdominales, veinte vueltas al rededor de mi habitación... bah solo me apuré.
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Leyendo entre líneas.
Novela JuvenilBlake Chamberlain, un chico de Londres que se fue cuando era pequeño con su familia a vivir a Le Puy, Francia. Ya estaba terminando la escuela y pronto se tendría que ir a la Universidad. Pero más aburrido que en otros años y sin nada que hacer se...