Esta hizo caso y se acercó a él. Se saludaron con un beso en sus mejillas. Y comenzaron hablar. No se dieron cuenta cuando comenzó a llover.
Por cierto, el japonés vestía un chaleco con capucha, y debajo una camiseta sin mangas. Y la japonesa, el simple uniforme de la escuela.
La lluvia iba aumentando cada vez. En eso, la peliazul estornudo. Causándole ternura por dentro al castaño.
Este racionó y se sacó su chaleco dándoselo a su compañera. Esta, sonrojada a niveles extremos, aceptó. A pesar de que el japonés se congelaba por las frías gotas, no se quejaba, apresuraba solo el poder ver que su amiga este bien.
-tal vez debas quedarte en mi casa...digo para que no te enfermes...- dijo esta antes de entrar a su casa.
-no sería una molestia?- mientras se rascaba la nuca.
-no -y le regaló una sonrisa.
Él asintió y entraron a su casa.
Para su suerte, no había nadie. Por lo que se fueron directo a su habitación.
Algo incomodante, era que debido a su caminata mojada, se notaba su cuerpo marcado. Ella al notarlo se sonrojó, e intentó ocultarlo dándose la vuelta.
-bue..bueno...iré a por un colchón para que duermas...
-eh? No te preocupes...duermo contigo...si no te molesta...
Si antes estaba sonrojada, ahora era un auténtico tomate.
-eh......0/////0
-Di..go si quieres!!! >////<
-o..ok .////.
Y así se dio. Los dos se acostaron. No sin antes, ponerse sus pijamas. Creo que no hace falta mencionar que el castaño dormiría si su camiseta.