"Sobrepasando los limites" .

Lo había conocido cuando entré apenas a la prestigiosa preparatoria CONAYEP. Fue amor a simple vista, tenía que contenerme cada vez que le dirigía la palabra. Creía que todo se iba a olvidar como aquellas fantasías que alguna vez tuve, un sueño lucido, o como las memorias de un casete viejo... Pero no, ese amor siguió ardiente, muy latente hacia él, no podía más, me daba rabia verlo con otras personas... Como Pablo, o mejor conocido como "El Pablo" e incluso con ese tal Sebastian, o como le llama "La única y detergente". Me daban ganas de decirle un " azte alv pinchi prro". No aguantaba más esta fachada, ya tenía que decírselo o si no viviría con este sentimiento reprimido toda mi vida. Era hoy o nunca, le confesaría mis sentimientos hacia el. Las clases eran aburridas, todos se encontraban haciendo tonterías sin sentido mientras el profesor gritaba pero parecía que eran insonoros para ellos. No podía dejar de verle, era algo hipnotizante y a la vez tranquilizador que hacía que olvidara todas mis penas. Timbró; eso significaba que era hora del descanso. El se levanto con su mochila pero mucho antes de que se fuera, lo alcance y le agarre del brazo. ー Tengo que hablar contigo... ーDije un poco nervioso. ー ¿De que o que puto? ー Replicó. ー Pos para algo, te espero en la plazita de valores. ー Le guiñe un ojo. ーTa'weno.ー Finalizó.

Llevaba minutos esperando, me encontraba emocionado al respecto. Estaba tardando, me empezaba a preocupar de que le hubiese pasado algo. Me levanté y fui a buscarlo, ahí los vi, a él junto a una chica agarrados de la mano... No podía creerlo, me dolía bastante, mis ojos se llenaron de lagrimas y salí corriendo hacia el baño, ni si quiera supe si el me vio. Me encontraba llorando descontroladamente, no podía, solo quería desaparecer. Me erice al escuchar su voz dentro del baño. ー ¿Estas aquí? ー Dijo ligeramente. No quería responderte, solo me encogí de brazos. Pasaron algunos segundos hasta que la puerta del lugar donde estaba se abrió de golpe por lo que sobresalte la taza del escusado. Ahí lo vi, con aquellos ojos penetrantes que hacía que me sintiese inferior a él, todo estaba muy tenso. ー ¿Qué te pasa? ーDijo él. No quise responder. ー ¿¡Qué te pasa!? ¡Respóndeme! ー Grito mientras agarraba el cuello de mi camisa y se acercaba cada vez más hacia mi. ー ¡Te vi! C-con esa tipa... ー Desvíe la mirada sutilmente tratando de no hacer contacto visual. ー ¿Y que tiene que ver? Ella no es nada. ー Refunfuño. ー Te vi tan cariñoso con ella... ー Se quedo en silencio un rato y me vio. ー ¿Estas celoso? ー Me sonroje un poco y negué con la cabeza. ー Te descubrí. ー Se notaba algo de picardía en su voz, por lo que se acerco hacia mi y me dio un beso. No podía creerlo, esto no podría estar sucediendo... Pero a la vez estaba muy feliz, sus labios sabían a tortita de wuebito casero y a tacos. Que delicioso. Después de eso, nos separamos para tomar aire y mirarnos fijamente a los ojos. ー Creo que hay que ir a clases... ー ー No creo... ー Me acorralo hacia la esquina de ese pequeño cubiculo. ー ¿Q-qué? ー ー Ya te traía ganas. ー En ese lugar me hizo suyo, lo sentí y lo goce. No se cuantas horas estuvimos los dos ahí, siendo uno mismo. Después me dejo tirado lleno de sus mecos y se fue, pero fue satisfactorio.

Fin de la conversación de chat