-Vamos Perrie no seas miedosa. –
Jade no dejaba de jalarme el brazo, empujándome, yendo más y a lo más profundo de este oscuro lugar. Me quería ir, por principios, no quería venir.
-No tengas miedo. – Sam me tranquilizaba, mostrándome su reluciente y fingida sonrisa.
Rodeo su brazo izquierdo por encima de mi hombro, acariciándolo. Por más que el tratara, no me sentía protegida, sentía que todo iba a acabar pronto, todo iba a acabar mal, cada cosa que pensaba todo llegaba a la conclusión de que terminaría arrepintiéndome, cualquier cosa, en mis pensamientos. Pero como siempre, era más fácil fingir una sonrisa que explicar que te andaba pasando, siempre lo he leído.
Yo y Sam teníamos un noviazgo, extraño, pero en fin, noviazgo. Estas últimas semanas actuaba raro, era cínico y molesto, el punto es que no actuaba como antes. Era el hermano mayor de Leigh, todo comenzó cuando fui a su casa a los 9 años, jade me dijo que fuera, nunca me ha agradado ella, pero haría todo por jade. Con Sam uno y que otra mirada, algo siempre me atrajo hacia él, no exactamente a lo que se le podría llamar amor, solamente me atraía, llegando al máximo limite.
Lo único que alumbraba el camino eran las linternas. Leigh tenia la delantera, luego jade y de últimos Sam y yo, formando una fila. Caminábamos despacio, analizando cada pisada, ya que no se veía absolutamente nada, las paredes no tenían fin y todo parecía caminar al vacío.
-Podemos irnos? Esto no es agradable, ni crean que divertido. –Dije asustada, parecía un lugar muerto.
-Solamente serán unos minutos.. ya cálmate, me empiezas a desesperar, tómalo como una aventura. – Recuérdenme porque trajimos a Leigh, siempre estaba atrás de Jade y cada vez que trataba de decirle algo aparecía ella, dejándome con las palabras en la boca y llevándose a Jade con ella. No quisiera parecer una niña de 11 que se siente ignorada y menospreciada por su mejor amiga, pero todo comenzó cuando Leigh apareció.
Sam me apretujaba más y más hacia él. A veces se me daba por esquivarlo y decirle que se detenga, no estaba de ánimos para sus juegos, y menos para cariños. Estuve tan atenta a Sam que no note hasta este momento que las chicas no estaban junto a nosotros, podría maldecir este momento, estar a solas con él no era de mi agrado, y menos en esta situación. De golpe hecha por maniobra de Sam, estaba pegada a una pared de algún cuarto del lugar, estaba sucia y con polvo, tenía a Sam pegado a mi cuerpo y comenzó a manosearme.
-Sam córrete, salte. – Dije empujándolo.
Él se negaba, me apretujaba cada vez más hacia él, hubo un punto en que necesitaba aire, comenzó a besarme, el manoseo estaba de más, sus manos comenzaron a hacerle masajes a mis piernas desnudas.
-Basta, aléjate! –Lo que pude modular, estaba tan pegado a mí y besándome tan salvajemente que no podía ni hablar.
-Cállate! Basta, no te quejes. – Por un momento se calmó y me acaricio la mejilla.
-Aquí no, estás loco?! Aléjate!
Comencé a empujarlo, el no me libraba, donde estaban las chicas cuando se necesitaban, en este preciso momento, tienen que desaparecer. Estaba enojada, furiosa. Me quería ir, desaparecer, quería que él se aleje, que todo se aleje. Estaba por sufrir de una violación y no podía hacer nada, el me da asco en estos momentos, no era así.
Lo último que recuerdo cuando se tornó todo negro, sintiendo el piso frio y congelado al par de mi piel.
----------------------------
Quiciera agregar que lo que escribire en esto me "inspire" en un libro llamado "The unbecoming of Mara Dyer" Las ideas son muy parecidas, pero mas adelante no tendra mucho parecido, pero exactamente tiene muchas coincidencias dshfgsjdgf

ESTÁS LEYENDO
Pidiendo ayuda [ Zerrie ]
FanfictionSu vida interfiere en un terrible 'accidente' y por aquello, Perrie ha tenido trauma psíquico. No entiende ni la mitad de su vida, por cosas inexplicables, su madre esta preocupada y llama a un psicologo, las cosas se tornan peores, hasta que llega...