capitulo 2

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-Hey – Sentí  como alguien me frotaba  el brazo, sacudiéndolo.  –Ya, despierta. – El movimiento cada vez era más brusco –Te puedes levantar?

-Que!  - En mi defensa con mi situación de vida y ya por si, alguien se levanta de mal humor, podrían ser más agradables. Me senté de golpe en la cama mientras veía a la doctora mirándome con frustración.  No era la misma de ayer,  vestía un guardapolvo típico de un médico, tenía el cabello recogido y se notaba que se acababa de bañar.

-Ahí  está tu ropa. – Me señalo el bolso negro de mi izquierda. –Vístete, tus padres vienen en una hora, ya te dimos de alta.

-Qué hora es?  - Tenia demasiado sueño hasta podría jurar creer que eran las 4 de la mañana, aunque sea notorio los rayos del sol sobresaliendo de las cortinas.

-Son…. –Examino todo su guardapolvo buscando su celular. –Las 6:30. Que tengas una buena mañana. –Al terminar guardo su celular en un bolsillo y se fue de la habitación.

Demasiado temprano para mi costumbre, suelo levantarme a esta hora para ir a la escuela, no los fines de semana,  pero pensándolo bien, no sé qué día es hoy.  Dejando de lado mis escasas ganas de demostrarle alegría a la vida, me levante lentamente apoyando mis pies descalzos en las frías baldosas tratando de olvidar lo sucedido y por lo menos volver a mi antigua vida los minutos que dure al no recordar. Camine unos pocos centímetros hasta llegar al bolso. Me cambie rápidamente, por alguna razón no me sentía cómoda, pero trate de ignorar eso.

Al terminar no había nada que hacer, no sabía cuánto tiempo faltaba para que lleguen mis padres, mi celular seguro lo tendría mi madre. Salí de la habitación por si en alguna casualidad de la vida aparecieran. Camine un poco explorando la clínica, era grande,  lo bastante como para perderse, no le preste atención a ese detalle, no creía perderme. Atravesé el pasillo de espera, había gente leyendo, otros se notaban nerviosos o otros simplemente sentados mirando a la nada. Finalice en el consultorio, el centro de la clínica, note algo perturbarte, alguien quien hablaba con la asistente de alguien del lugar, de alguien quien trabajaba aquí. Reconocía esa espalda y hombros verdaderamente anchos en cualquier lugar. Mi respiración se entrecortaba y siendo realista no tenía conciencia de sí temblaba o no, pero realmente lo sentía. Corrí como pude hacia el pero alguien antes de que llegue aunque sea a unos metros de él me impidió jalándome del brazo.

-Que haces fuera de la habitación?! –No sabía su nombre, pero esa doctora ya me caía mal de entrada.

-Acaso me dijeron que no podía Salir?

-Te dije que podías? –Me alzo una ceja.

Volví mi mirada hacia él, ya no estaba.

-Sabes qué? –La mire. –Volveré a la habitación.

-Seguro tus padres te estarán buscando, niña. –Me dijo de manera dura y arrogante. Tenía su agarre en mi brazo, me dolía.

-Ya suélteme. – Alce su brazo con el que me agarraba y brutamente lo saque de lugar. Antes de que me pudiera contestar, di media vuelta y camine hacia la habitación. Estoy segura que no fue una ilusión lo que vi, el estaba ahí, en carne y hueso, pero era imposible y no puedo lograr convencerme de que fue real. Probablemente fue una mala jugada con mi propio cerebro, todo esto me afecto, tal vez sea normal cuando pasan cosas así en tu vida, no me voy a preocupar.

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⏰ Última actualización: Apr 06, 2014 ⏰

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Pidiendo ayuda [ Zerrie ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora