La llamada

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Son las 2:00am y me siento de lo menos somnoliento, estoy sentado en mi silla frente al computador, sinceramente sin nada qué hacer, ya vi todos los vídeos recientemente subidos a los canales a los que estoy suscrito, Youtube es la única red social a la encuentro entretenida y comparándola con las demás, útil.

Suena la puerta de mi habitación—¿No tienes sueño Heybert?

—No mamá no tengo.– La puerta se cierra.

La voz de mi mamá se escucha un poco rara, como si estuviera resfriada, pero lo ignoro. Pasan como 10 minutos y todo está en silencio, reviso Facebook ya que no se me ocurre otra cosa para hacer. Esto en verdad es ridículo, malditos estados de la gente en los que ponen estupideces como: “Like y te digo qué pienso de ti”, “Like y me paso por tu bio”, “Like y te digo con quién harías bonita pareja”. ¿Pero qué mierdas hacen con sus vidas y con sus Facebook? Ya ven por qué les digo que Youtube es la única red social a la que encuentro útil, Facebook es útil, sí, útil para darme arrecheras cada vez que se me apetezca.

Escucho de repente un ruido muy fuerte que me hace saltar de la silla, el mismo ruido que harían veinte platos de vidrio al caerse al mismo tiempo.

—¿Qué coño?– Suena mi móvil justo en el momento que me levanté de la silla para ir a ver qué había pasado, es mi madre y pensé ¿le habrá pasado algo?.

—¿Mamá?

—¿Heybert estás en casa?(Su voz ya no parecía ronca)

—Por supuesto, pero, ¿no me acabas de hablar?, ¿No entraste a mi habitación?

—¿Qué? No Heybert, ni yo ni tu padre estamos en casa.

(No me sale ninguna palabra...)

DUERMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora