Dos

247 27 7
                                    

-¿Estás bien?

                Brad estaba hermoso. Llevaba su cabello un poco alborotado, como a mi me gustaba; una camisa a cuadros en distintos tonos de azules que le había regalado hace un par de semanas y sus jeans favoritos, negros, claro.

                -¿Bien? Estoy a punto de entrar a una fiesta de universitarios, con él chico más deseado de primer año, y ni siquiera estoy en tu universidad. Mira como estoy vestida. Ni siquiera estoy bien maquillada.

              Lo que decía era verdad. Cuando mi novio me habló sobre ir a la fiesta estábamos en su auto. Según lo que yo sabía, de camino al cine. Cuando noté que giró a la derecha en la Avenida S.T., en vez de a la izquierda, me di cuenta de que era obvio que no nos estabamos dirigendo a donde habíamos planeado. No es que odiara las sorpresas, pero definitivamente un vestido blanco con encaje y unos zapatos negros no era lo que usaría en una fiesta de este tipo. Ni siquiera me había molestado en maquillarme bien.

                -Estás hermosa, el año que viene, cuanto termines la secundaria, entrarás a mi universidad, tranquila -se acercó lentamente dandome un dulce beso-. Además -agregó- estoy seguro que cuando entres, tu serás la más caliente de primero.

                Golpeó la puerta, pasaron unos segundos y se abrió. No por su cuenta, claro, un chico que medía casi 2 metros la había abierto.

                -¡BRAD! -dijo el muchacho que nos recibía mientras abrazaba a mi chico- ¿Cómo estas hermano? Pensé que no vendrías -mi novio me había hablado de él, no recordaba su nombre, pero sabía que el chico lo había salvado a mi novio en una ocasión, pero no tenía muchos detalles con respecto a su gran acto heroico.

                Él chico me miró de arriba abajo con interés. Era moreno. Su sonrisa era demasiado grande y sus dientes increíblemente blancos, lo que lograba resaltár más su color de piel. Llevaba puesta una remera negra con una gran inscripción en letras rosas que decía "SEXY BITCH" y debajo un dibujo de un pene. Era claro que el dibujo había sido hecho con aerosol. Bastante creativo.

                -¿Esta es Brooke? No mentías, imbécil, es hermosa.

             Me sonrojé levemente, no estaba acostumbrada que alguien que no conocía me dijera algo lindo. Por lo general, lo único que me decían mientras estaba en el secundario eran frases como: "Putita", "¿Cuánto cobras la hora?", "Zorra barata", y más derivados que no quiero repetir.

             Brad me abrazó por la cintura, había activado el modo "novio celoso". Era increíble la facilidad que tenía para ponerse celoso. Bastaba que un chico me mirara de manera provocativa para que él tuviera mil y un razones para matarlo a golpes.

                -Si, y es toda mía -si, definitivamente estaba celoso. Amaba cuando se comportaba así, aunque a veces solía exagerar. Pero, cuando lo hacía de una manera no asesina, me sentía protegida, segura, y por sobre todo, amada.

                -Yo soy Jake -dijo el muchacho mientras nos invitaba con una señal a entrar al lugar-. Y así celebremos los universitarios. Espero que esto no sea demasiado para una novata como tú- Entré al departamento. La música estaba alta. Muy alta.

                A donde miraba, veía vasos desechables rojos, chicas bailando como si fueran a morir y parejas besándose eufóricamente como si no hubiera mañana. En ningún momento Brad quitó su brazo de mi cintura, parecía que tenía miedo de que me sucediera algo.

                -¿Qué te parece, amor? -gritó sobre la música. En los parlantes sonaba una canción de electronica. No estoy segura si era de Nervo o Zedd. Podría haberle preguntado a Brad, pero él estaba tan interesado en que nadie me pusiera una mano ensima que ni siquiera pudo notar que en realidad habían puesto música.

                -¡Es genial! -respondí.

         Se acercó lentamente mirando a mis labios, pero justo antes de que nos besaramosuna rubia con unos tacones más altos que unos edificios llegó, arruinando el momento por completo.

                -¡OH-POR-DIOS! -gritó, haciendo énfasis en cada sílaba- ¿Brad? ¿Brad Adams? ¡ESTO ES ÍN-CRE-I-BLE!

                -¿Cómo estas, Jenna? -preguntó mi novio.

                Jenna.

              Él me había hablado de ella. Era una de las porristas de último año. Famosa por acostarse con todos los novatos, para ella eso era como su iniciación. Lo había hecho con todos, excepto por Brad, a él no lo había conseguido, porque estaba conmigo.

                -¿Esta es tu novia? -Me miró, como hizo Jake, con interés, pero esta vez, agregó un poco asco.

             Debo admitir que su cuerpo era envidiable. Medía casi lo mismo que mi novio, su pelo era rubio, natural, y sus ojos eran verde agua. Tenía demasiado maquillaje, un vestido muy ajustado, pero se veía sexy.

                -Hola -dije firme, aunque el tono de mi voz no sonó para nada seguro.

                -Como sea -respondió.

             Ahora, otra canción de electronica estaba sonando. La había oído antes, estaba segura porque recuerdo que cuando la escuché estaba con mi hermano, "Esa es la mejor canción del universo" había dicho.

                -¡OH-POR-DIOS! ¡AMO ESTA CANCIÓN! Vamos a bailar -Jenna tomó a mi novio fuertemente de un brazo y lo arrastró a la pista improvisada que había en el departamento.

                -Ya vuelvo, amor -dijo con dulzura, mientras se alejaba en los brazos de esa zorra.

                ¿Qué acababa de suceder? ¿Me estaba dejando sola? ¿En la fiesta que no conozco a nadie? Esto si era ÍN-CRE-I-BLE.

                -Bien -respondí, mientras miraba para otro lugar. Pero no podía dejar de pensar en lo que Jenna haría con mi novio. Porque, claro está, que ella no prentende solo "bailar".

                La miré, era claro que estaba esperando alguna señal de Brad para llevarlo a la habitación más cercana para revolcarse. Jenna bailaba muy bien. Él también bailaba, mantenía una distancia segura, pero, lentamente, se acercaba a ella.

                -No entiendo como un chico puede dejarte para estar con eso. Es decir, esos pechos ni siquiera son suyos, se los pagó su ex novio.

                Di un pequeño brinco, me había tomado por sorpresa. Un extraño se había parado a mi lado. No tengo idea de cuánto tiempo había pasado ahí.

                -¿Te asusté? No fue mi intención. Soy Luke -Tendió su mano.

                -Brooke -respondí. No estaba de ánimos para hablar con nadie, no podía sacarme de la cabeza la imagen de Jenna besando a Brad.

                -¿Ese es tu novio? -hizo un movimiento con la cabeza para señalarlo.

                -Así es.

                -Es un idiota. Dejarte sola, a ti, una chica tan hermosa, para bailar con la puta de último año. Debe tener un problema -Reí, solo estaba siendo amistoso.

                -Eres… hermosa -Comenzó a acercarse para besarme, pero me aparté de inmediato. No quería que me besara. No porque Luke fuera un chico feo o algo parecido. Era bastante atractivo (por lo menos a mis ojos lo era), pelo castaño oscuro, ojos del mismo color, y solo me pasaba en altura por unos 7 centímetros. No era feo, pero tampoco quería que me besara. Yo estaba con Brad. Además, olía a alcohol.

                De repente un chico se acercó y tiró de Luke mientras le decía que debía ayudarlo a encontrar su hámster, antes de que un tal Kevin lo tirara por el inodoro.

                -Lo siento -se disculpó-. Debo irme. Espero verte pronto, Brooke.

             -Adiós, Luke.

Comenzar de cero [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora