Mi secreto ❤️

un paso antes de todo.

Aun después de dar mi primer beso no esperaba una sensación mas agradable que sentir el rubor en mis mejillas al caminar de la mano del chico que me gustaba en ese entonces, pero la encontré de la manera menos esperada. A los 14 años tenia pocas esperanzas de sentir aquello tan desagradable como morder una cebolla pero luego se volvió rutina y me costumbre a tener los labios húmedos y a caminar sola. Al cumplir los 15 años me jure que no quería seguir con la inocencia en los ojos pero el azar me puso en una mala relación, solo fue un besito de lengua , uno común pero luego el quiso subir las cosas de tono y lo deje ir pero no sin antes mandarlo a la chingada.

Pasa el tiempo mas rápido de lo que la tierra da la vuelta, mas de la mitad de lo poco que llevo de vida jure ante mi dios y mis padres la pureza de todo mi cuerpo sin un tatuaje, perforación o las caricias de alguien; sin embargo aveces esa promesa te hace dudar de quien eres o eras hasta ese día en que la rompiste. Ya no era una niña cuando puso su mano sobre mi pierna, tenia cumplidos los 17 y sabia que si lo estaba aceptando era por calentura y curiosidad, sabia las consecuencias que tendría el echo de romper el juramento que había echo desde que comencé la bella y rara etapa de la adolescencia.

Existen dos testigos de lo que paso en esos sillones, lo que sucedió en la escuela sin que nadie se enterara de este encuentro pactado por el sujeto A ( el) y el sujeto B( ella) que entre juegos de palabras terminaron tocando las partes mas blancas y puras de la otra persona. La emoción puede mas que la sensatez y sin pensarlo cometí una blasfemia, no era una experta pero sabia que estaba mal eso de tener un encuentro intimo con alguien sin ser mas que amigos de pocos meses, conocía las señales ocultas y sin pensarlo mucho actué según las reglas que tenia por entendidas respecto al faje.

Entre sueños  de nuevo el me guiaba mi mano hacia su zona más íntima para causarle eso que llaman placer y por segundos mi vida se detenía en la grotesca escena de su mano rosando mi punto débil y yo solo podía soportar el dolor tan placentero que recorría con frenesí las paredes de mi fruto prohibido. Aún despierta permanecieron las marcas de sus besos, de sus dientes jalando mi labio inferior y provocando pequeñas heridas en la mucosidad de mi boca.
Después de tantas horas sin verte, mi cuerpo reciente tu presencia, por primera vez me sentía distinta a como estaba acostumbrada a ver la vida, ya no era niña ahora era una mujer o al menos así lo creo por qué solo hubo toqueteo y no algo más allá de un juego con las manos como esos de los villanos, pero ya había perdido mi inocencia en esa hora de lunes escolar, en lunes de partido, el primer lunes de abril todo lo que entendía respecto al sexo y al amor había cambiado de una manera radical lo cual causó cambios en mi cerebro y todas las piezas encajaban ya no solo por lo que había leído en novelas eroticas si no por lo que había experimentado al sentir sus dedos en mi cuerpo, y lo que había sentido al tener entre mis dedos eso que los hace hombres y los hace ser diferentes de una mujer.