Me sentía completamente vacía, desorbitada pero cómoda en los brazos de mi hermano.
El era la persona perfecta para hacerme llorar y reír a la vez.
-Que pesadilla tuviste?- pregunto dándome un beso en la frente.
Le conté lo sucedido mientras el solo hacia un leve gesto de compresión.
Termine de contarle todo y no pude resistirme a llorar de nuevo.
-Nickolas a intentado tocarte alguna vez, más de lo pasable?
-Pues....no.- conteste algo aturdida.
-Aveces se debe a eso, o alguien alguna vez lo ha querido intentar? Alguien a intentado sobrepasarse contigo?- pregunto calmado.
-No. - respondí adentrándome a mis pensamientos, por un posible recuerdo de alguien que haya intentado eso.
-Entonces, estás bien fumada hermanita- reí como una tonta, solo es sabia cómo hacer que parara de sentirme mal.
Se despidió de mí con un beso en mi cabeza y salió de mi habitación.
Revise la hora 1:50
SHIT! Mia!
Me levante de golpe hacia el cuarto de aseo, me revise y tenía peor cara que de zombie.
-Maldita sea!- dije para mi misma, pues no había nadie en mi habitación.
Me lave la cara, me cepille los dientes y fui a mi closet a ponerme cualquier cosa que encontrara.
Opté por un short de lona, con una blusa blanca holgada, con unas sandalias a combinación de la blusa.
Estaba terminando de verme en el espejo si me encontraba bien, cuando entro Danni como bala a mi habitación.
-Vámonos Mía!- me jaloneo del brazo y fui con ella.
-Que te pasa Daniela? Quien te crees pendeja?- dije enojada.
-Amor, no he pasado tiempo contigo, y tú me imagino que te quedaste dormida y por eso no te apresuras!
Nos subimos a su auto y durante el trayecto hubo un silencio algo incómodo, no sé que estaba pasando con ella estos días.
Entramos a algunas tiendas a ver ropa, zapatos y accesorios.
Hasta después de unas 3 horas que estábamos agotadas pasamos a la última tienda, una veterinaria.
-Tengo ganas de una tortuga que le haga compañía a la mía- dijo Danni.
-Pues cómpratela.- ella solo rodó los ojos.
-En que puedo servirles señoritas?- pregunto muy amable un chico con su cabello alborotado, muy atractivo la verdad.
-Que precio tienen las tortugas?- preguntó coqueta mi amiga.
-$50 dólares, maîtresse-dijo el chico.
Mi amiga solo se sonrojó.
Mientras ella hablaba con el chico yo empecé a ver ropa para mi perrita.
Vi un traje lindo para ella, era blanca, como una bola.
-Que precio tiene este traje?- le pregunté al chico.
-$27 dólares, señorita.
-Deme uno.- dije y lo pagué.
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Promete Amarme
Teen FictionAl infinito y más allá! -Promete amarme, en las buenas y en las malas, sin ningún cargo, como todo novio, esposo y amante que serás y eres. -Lo prometo.....-Dijo con simple dulzura. Mia y Nickolas tienen que cumplir esa frase cuando se enamoran...