Bla bla, bla bla bla. Bla bla bla bla...
-Bla bla bla
-¿Bla?
-Concuerdo totalmente- respondí sin prestar atención, últimamente no me podía concentrar en nada. Estrés. Mi familia dice que todo lo que me pasa es parte de una etapa de rebeldía; pero, yo creo que mienten.
-¡Basta!, Odio que siempre estes con la mente en las nubes, bla bla bla trabajo- Todos parecen enojados conmigo, no es mi culpa por pensar que son aburridos.
-Marte.
-¿Qué?
-No tengo la mente en las nubes, está en Marte.- desde que regresamos de las vacaciones en Alaska no he sido el mismo, yo se que no somos los únicos; nadie me creé. Cuando me perdí cerca de la frontera ví algo, entre los árboles estaban ellos. Sentí que me morí pero sigo aquí, al menos es lo que veo y siento aunque aveces despierto de golpe o interrumpo las clases con gritos de terror.
-¡Eres un completo idiota!
-Jóvenes por favor abandonen mi clase, están en un const....Piiiiiii
Otra vez deje la tierra, estoy de vuelta en la nave. Un cuarto totalmente blanco con una camilla en la que estoy atado, igual que todas las veces que he estado aquí trato de desarme pero nunca lo logro.
-¡CON UN CARAJO, MANTÉN LA CALMA!- Todo parece más tranquilo cuando dejo de gritar, la gente ya no se asombra. Mis padres ya no reciben las llamadas de la psicóloga escolar, creen que lo hago para llamar la atención y dejar a mis hermanos de lado. Egoísmo, así le llaman a mis ataques de conocimiento sobre otro mundo.
-Ya ni siquiera sé porque no me aparto de tí, como los demás.
-Tampoco sé.
La chicharra suena; siempre soy el último en salir, me tomo mi tiempo y me aseguro que no se me olvide nada.
Me siento amarrado la mayor parte del tiempo, no puedo escapar y aveces es como si acabará de salir de una operación en la que me extraen los órganos sin dejar marca. Cuando me sentí así por quinta vez no lo soporte y convencí a mis padres de comprar un equipo de vigilancia, lo reviso cada que tengo esa sensación. Nunca hay nada.
-Deberías intentar ser más normal, recuerda que la psicóloga dijo que sólo es una etapa. No quieres terminar la prepbla bla bla bla.
Imaginen un lago congelado, las auroras boreales y a tu familia jugando con fuegos artificiales en medio de la belleza natural. Recuerdos, es lo que nos mantiene vivos; constantemente estamos en busca de sensaciones, que nos creen recuerdos, pero, ¿Realmente tenemos una razón para existir?, Algo más, algo que podamos llevar a donde sea que vayamos después de morir.
-No. Algún día no tan lejano voy a desaparecer y no quiero que se preocupen por mí.- Irónico, realmente irónico.
-Idiota.
-Adiós.
Cuando estoy solo camino lejos de mi casa, me gusta ir al bosque y regresar. No escucho música en mis audífonos como los demás chicos...
Mi casa es aburrida, mi familia ni siquiera se inmuta ante algún acontecimiento desolador, es por eso que todo ha sido tan fácil hasta ahora. Para ellos.
Caminar bajo el calor del sol es mejor que el frío de mi familia. Nunca fui parte de ellos.
-Era de noche.
-Fue ayer.
Las cortinas se iluminan cuando la luz pasa atravez de ellas, un auto, las lámparas de los niños de enfrente. Siempre me he sentido atraído por el ministerio, "la curiosidad mató al gato", eso decía mi tío cuando tenía cinco años y yo quería ser detective igual que Sherlock Holmes.
Salir en medio de la noche es el peor error que se puede cometer y más si eres yo; me dí cuenta tarde, mi cuerpo se derritió frente a mis ojos.
Aquí vuelvo a no entender nada, sabía que era verdad.
Mi mente siempre ha estado en Marte...