La segunda de las leyendas urbanas japonesas de hoy es la de “la chica del agujero”. En las construcciones más viejas del Japón las paredes suelen tener grietas y roturas donde, según las leyendas, habita un espíritu maligno que toma la forma de una chica.
La chica del agujero, o chica de la grieta, siempre está en busca de alguien para jugar. Cuando hay un humano cerca la chica le pide jugar a las escondidas. Si la víctima acepta, la segunda vez que vea los ojos de la niña será entre alguna de las grietas de la casa y entonces será llevada a una dimensión extraña o al mismo infierno ya que nadie ha regresado jamás después de jugar con la chica del agujero.
Las leyendas urbanas de Japón sobre monstruos y criaturas escondidas en las grietas se han utilizado en numerosas películas para justificar desapariciones de personas ya que normalmente se trata de casos de niños y niñas que desaparecen sin dejar rastro.
Los orígenes de esta leyenda hablan de un único espíritu que viaja entre las diferentes grietas de las casas, pero en otras ocasiones se habla de un fantasma o una chica del agujero específica para cada hogar, siempre relacionadas con alguna muerte o situación aterradora sucedida en dicha construcción. Lo cierto es que en Japón suelen prestarle mucha atención al estado de las casas y tratan de que ningún mueble o pared tenga grietas o daños para evitar cualquier presencia fantasmagórica o sobrenatural.
