El par de novios se encontraba llegando a su Mansión, estaban en la limusina abrazados y dándose mimos.
Cuando llegaron se dirigieron a la cocina, donde prepararon un café para cada uno.
-Sabes...-
Hablo el más alto, captando la atención de su contrario.
-Ver a Fred me trajo muchos recuerdos-
-¿A sí? ¿como cuales?-
El rubio abrazo a su novio por el cuello.
-Como el día que me declare ¿lo recuerdas?-
-¿Como olvidarlo?-
Flash Back
El rubio iba caminando sin rumbo, cuando quizo ver dónde estaba, se percató de un bar.
Lo pensó un momento pero se dirigió a aquel lugar.
Al entrar noto instantáneamente el olor a alcohol y cigarrillos mezclado en el aire.
Intentando mantener el equilibrio por el mareo inicial, camino hacia la barra.
Una vez ahí se sentó, a pesar de las fachas que mantenía el lugar, no era un bar de mala muerte, sino al contrario, parecía un bar un tanto distinguido.
Aunque eso no evitará que se escuchará el ruido de alguien follando al otro lado del local, pero la música lo hacía más ameno.
Golden pidió un whisky, después de tantas juntas de su padre ya estaba acostumbrado a ese sabor un tanto fuerte.
Cuando ya iba cómo por el quinto, Golden aún no se sentía mareado, un pelirrojo salía de las habitaciones de fondo.
Tenía la ropa desarreglada, un par de chupones en el cuello y trataba de regular su respiración.
Ninguno noto la presencia del otro hasta que el más alto se sentó al lado del oji-gris.
Este lo miro por el rabillo del ojo sin tomarle importancia, hasta que reaccionó y reconoció a aquel sujeto.
Lo miro fijamente, el de ojos ámbar sintió aquella mirada sobre el, frunció el ceño y volteó hacia donde estaba su contrario, su expresión cambio por una de sorpresa al ver de quien se trataba.
Miradas cruzadas, sin ninguna palabra, pues nadie sabía que decir.
-G-Golden...-
Una pausa.
-Fox-
Ambos se quedaban sin palabras, que se supone que dirían.
-amn... ¿que haces por aqui?-
Fue lo primero que se le ocurrió preguntar.
-yo...-
Y el rubio no sabía que responder.
-supongo que quería desestresarme-
-ohhh entiendo, tu mal de amores-
Decía con el ceño levemente fruncido.
-¡No!-
Se apresuró a decir.
-no es por eso-
-¿No? Entonces ¿porqué es?-
El rubio no sabia que decir.
-me preguntó porque te esmeras tanto por alguien que no te hace caso y dejas a los que si de lado-
Sus palabras iban cargadas de frustración, tanto sentimiento ocultado por mucho, sólo por ver como sus posibilidades eran nulas.
-Foxy...-