Tú eres mi sueño hecho realidad

Yo te invitaría al baile.

Mayo 26.

Jorge despierta, y milagrosamente esta vez no hay nadie en su habitación, solo él y nadie más que él. Respira profundo sintiendo serenidad. Luego recuerda el sueño y lo que debe hacer hoy.

Disculparse con Adeline, así como Martina se había disculpado con él.

Su hermana entra a su habitación tirando la serenidad y paciencia de Jorge a la basura. Él bufa.

—Adiós paz, te veo en un siglo —susurra y por suerte para él, Micaela no alcanza a escucharlo.

—¡Buenos días feo durmiente! —exclama ella, contenta, lo que se la hace demasiado extraño para Jorge. Él se levanta y la agarra por los hombros.

—¿Puedo saber a qué se debe tu felicidad? —le pregunta mirándola a los ojos, y nota que hay un brillo particular en ellos.

—Porque la vida es bella, hermanito, quizá por eso... —sonríe ella y lo abraza.

«En definitiva, le sucede algo» susurra para sí mismo.

—Micaela —alarga apartándola de su espacio personal.

—¡Ayer conocí a alguien! —exclama ella al borde de la emoción, él abre los ojos como platos, rezando para que no sea lo que él piensa que es.

—¿Tienes una nueva amiga? —pregunta él, sonriendo nervioso.

—No, idiota ¡conocí un chico! —le explica y Jorge por un momento sintió desmayarse—. ¿Por qué estás pálido, Jorge? Espera, ¿qué hago contándote estás cosas a ti?

—¿Un chico? —pregunta él, sin creerlo aún—. ¿Cuántos años es que tienes?

—Hoy 14, en un mes exacto 15.

—Necesito una ducha —dice Jorge para sí mismo tratando de pensar en otra cosa.

La última persona con la que Jorge sería demostrativo es con Micaela... pero en este momento se comporta así por dos razones:

1. Gracias a lo que dijo su psicólogo y al sueño que tuvo, tratará de ser un poco más expresivo.

2. Aún no está listo para ver a su hermana menor enamorada de un chico. Es demasiado celoso.

••••

—¿Por qué te preocupas, amigo mío? —le interroga Adeline a Jorge, burlándose de él por el drama que está armando, según ella, respecto a su hermana—. Recuerda que cuando yo conocí a Jordan tenía casi 15 años también —le recuerda, él niega con la cabeza.

—Es diferente... a ti te falta un tornillo desde que naciste... Mica es una niña.

—Micaela ya es adolescente, Jorge, es lo más normal del mundo que le guste un chico... yo ya me estaba asustando porque había tardado... hasta llegué a pensar que era lesbi...

—Cuida tus palabras Adeline —amenaza Jorge mirándola seriamente.

—¿Estás defendiendo a tu hermana de mí? ¿Dónde están las cámaras escondidas? —bromea ella fingiendo estar buscando algo. Jorge rueda los ojos.

—Lo digo en serio... no hables así de ella.

—Estás muy raro, Jorge —dice ella, ya hablando seriamente—. ¿Soñaste anoche con Martina?

Él la mira, asintiendo. Y le contó su sueño, sin darle demasiados detalles.

—Ella me hizo caer en cuenta de algo, Ad —ambos llegan a la cafetería y se sientan en la mesa de siempre—. No me disculpé contigo por cómo te traté la otra vez... de verdad discúlpame si te lastimé pero sabes lo molesto que estaba, pero mi intención nunca fue, ni es, ni será lastimarte, jamás... sabes que eres mi mejor amiga y que te adoro con todo el corazón —le dice él, observándola a los ojos, luego frunce el ceño—. Eso fue raro.