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Introducción

Atzulia es la primera potencia de Pudicornia, un país soberano donde residen más de 160 millones de personas.

Su capital, Moshi, es una grandísima metrópoli de más de 34 millones de habitantes.

Un caluroso día de primavera en esta ciudad a las 8 de la mañana, se despertó repentinamente un chico de su sueño... Se llamaba Suki, y vivía con su chibi Azu.

- ¡¡AAAHHH!! - Gritó Suki desesperado

- ¡Azu! - Se despertó Azu del susto

- Perdóname Azu... He tenido una pesadilla... - Suki intentó consolarlo

- Azu... (Exagerado...) - Dijo Azu algo borde

- Mmm... Tengo hambre... ¿Quieres algo? - Preguntó Suki

- Azu. (Galletas.) - Dijo Azu

- Vale... - Suki sonrió y se fue a la cocina

Suki y Azu vivían en un pequeño loft de dos plantas; un gran salón que conectaba con la cocina, el comedor y el baño, y una habitación en el piso de arriba.

Suki fue directo a la cocina. Allí extrajo unos cuantos granos de cacao de su pequeño cacaotero que tenía en su encimera. Después dirigió su mirada a la nevera y tomó una botella de leche de cabreno, un animal parecido a la oveja que reside en Pudicornia.

Dejó los ingredientes en la encimera y se dispuso a preparar un batido. Al acabar tomó un taza llena de batido de cacao y la dejó en la mesa de café del salón. Volvió a la cocina y tomó un jarrón lleno de cookies para Azu, el cual llevó a la habitación.

- Aquí tienes. - Dijo Suki, sonriendo

- ¡Azuu! (¡Gracias!) - Gritó Azu feliz

- De nada... - Contestó Suki

Suki hizo un pequeño gesto de despedida a Azu, y se dirigió al salón, donde le esperaba su batido de chocolate casero. Se sentó en su sillón, tomó el batido y encendió su televisor. Al cabo de unos segundos empezó a sonar su teléfono; alguien lo estaba llamando.