La cita

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I

Suki rápidamente tomó el teléfono, el cuál reproducía un bonito tono de llamada. Lo puso en su oreja, y empezó a conversar con la persona que le había llamado.

- ¿Sí? - Preguntó Suki

- ¡Hola Suki! Soy yo, Shad. - Contestó esa persona

- ¡Shad! Hola, ¿qué tal? - Respondió Suki vigoroso

- Muy bien... ¿Quieres venir conmigo al cine? - Propuso Shad

- Claro, ¿Qué película quieres ver? - Asintió Suki

- ¡Acaba de estrenarse una super guapa! Es de terror, se llama El hombre del péndulo... Parece bestial. - Comentó su amigo

- Huy, vale... ¡Qué ganas! Te espero en mi casa esta tarde. - Dijo Suki emocionado

- ¡De acuerdo! Vendré a las cuatro. - Contestó Shad

- Ok. Chai! - Dijo Suki

- ¡Hasta luego! - Contestó Shad

Suki se despidió de su querido amigo Shad, y al cabo de unos segundos empezó a saltar y bailar muy emocionado. Estaba algo colado por él, y al recibir esa "cita", se emocionó aún más... Siguió gozando el momento durante unos minutos, y ya algo cansado, llamó a su amiga del alma Jess.

- ¡Tía! - Gritó Suki emocionado

- ¿¡Qué!? Me acabas de despertar... - Respondió Jess muy dormida

- Son las once, Jess... ¡Eres una dormilona! - Exclamó él

- Ay, es que fui a dormir a las tres de la madrugada... Estuve ocupada... - Respondió ella intentando disimular

- ¿Ocupada? Tía, que te conozco... ¿Quién es el chico, pillina? - Preguntó él algo adivino

- ¿¡Qué chico!? Y-yo no... No me he... No. - Respondió Jess algo nerviosa - Bueno... ¿Qué te ocurre? ¿Por qué me llamaste? - Preguntó

- Shad me ha pedido una "cita"... - Respondió Suki muy emocionado

- ¿¿¡¡EN SERIO!!?? - Gritó ella muy sorprendida - ¡Al final vas a acabar como yo! - Dijo muy decidida

- ¿Cómo que cómo yo...? ¡Te he pillado! - Exclamó él

- ¡N-no! Bueno, da igual... ¡Ya me contarás! - Respondió ella

- Vale... Chai!* - Asintió él

Suki dejó su teléfono apagado y se dirigió rápidamente al dormitorio para prepararse. El televisor seguía reproduciendo un canal pudicornio, el cuál reprodució el tráiler de la película que iban a ver Shad y Suki. Este último al oír el título del cortometraje corrió para verlo ansioso, mientras se ponía los pantalones.

*Chai es adiós en pudicornio.

II

Suki llegó a tiempo, pues el tráiler empezó justo cuando él se acercó al televisor. Como Shad le comentó, era una película de terror y llena de misterio. Lo que a Suki le asustó muchísimo fue el arlequín protagonista; le parecía demasiado familiar, como si lo hubiese visto. Al acabar de ver el tráiler, apagó el televisor y se fue a su habitación algo confundido por ese personaje inquietante.

Unas horas más tarde, exactamente a las 15:55, sonó el timbre de la puerta; era Shad. En un instante Suki la abrió, pues ya estaba nervioso de ir con su "amigo" al cine. Shad había traído un pequeño ramo de orquídeas blancas a Suki.

- ¿Q-Qué es esto...? - Preguntó Suki bastante sorprendido

- Es para ti... - Dijo Shad un poco tímido

- Son preciosas... Merucci!* - Respondió Suki, dándole un rápido beso en la mejilla

- Azu... Azu. (Llegando y controlando... Este quiere pinchito.) Pensó Azu

Shad se puso muy rojo cuando Suki le dio el beso, y Suki le sonrió de una manera tierna. Dejó el ramo en un jarrón que tenía en la mesa y salió de su casa, cerrando y bloqueando la puerta.

Los dos se fueron hacia Ciptograma, el cine más importante de la ciudad. Al llegar allí, compraron dos entradas y un bote de cartón lleno de palomitas.
Se dirigieron hacia la sala de cine número 64; ya dentro de esta, se sentaron en la fila del medio.

- Qué ganas... - Susurró Shad emocionado

- Sí... Espero no asustarme mucho... Que con lo miedoso que soy... - Susurró Suki

- No te preocupes, me tienes aquí al lado. Si me quieres tomar de la mano para estar más protegido, puedes hacerlo. - Respondió Shad

- ¿Sí...? Pues si no te importa... - Dijo Suki, acurrucándose a Shad

- ¿Mejor...? - Preguntó Shad un poco rojo

- Mejor... - Respondió Suki

En un instante la gran pantalla del cine se iluminó, y empezó a reproducirse la película.

Suki estaba en lo cierto; ese arlequín ya lo había visto en su última pesadilla, como el de la película, tenía un péndulo con el que hipnotizaba a la gente.

*Merucci es gracias en pudicornio.

III

Al acabar la película, Shad y Suki salieron del recinto. Shad como todo un caballero acompañó a Suki a casa, y lo dejó en la puerta de entrada.

- Y bueno... Pues nada... - Dijo Shad

Suki de repente tomó de la mano a Shad y le hizo entrar rápidamente. Al entrar, Shad levantó a Suki y este último empezó a besar a su "amigo". Azu estaba haciendo su sesión de zumba en el salón.

- ¡Azuu! (¡Esta noche dan serrucho!) - Exclamó Azu

Shad llevó a Suki al dormitorio, y acabaron con algo más que unos besos...



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