Caminó con suavidad sobre la alfombra, con cuidado de no causar ruido o lo que se asemejara. Rodeó la cama hasta llegar al extremo propio y así tomar la almohada que le correspondía. Sonrió amplio, con complicidad. Dirigió su mirada hacia la persona que reposaba en el lado contrario. Era un gran cuerpo, donde el pecho subía y bajaba con lentitud, mientras que un poco más arriba mantenía un rostro pacifico. Era un semblante hermoso. Le gustaba, le gustaba muchísimo, como desde hacía cinco años.
Continuó con sus sigilosos pasos hasta posarse al margen de su alto novio. Volvió a sonreír y sin mucho preámbulo, golpeó con toda su fuerza matutina al contrario con el objeto antes tomado. Rió al ver que aquello fue suficiente para despertar al hombre, provocando que casi cayera de la cama, además de una respiración irregular. Dio otro golpe carcajeando. Uno más, otro y otro.
— ¡Basta, Baekhyun! —la voz del agredido fue alta y fuerte. Reflejaba el desagrado por haber interrumpido un sueño profundo, añadiendo que esa no era ninguna forma amable de despertar a una persona.
El nombrado se detuvo, se deshizo de la almohada en sus manos provocando otro golpe más a quien intentaba entrar a la realidad. Escuchó otra protesta a la que no prestó atención y se alejó. Buscó el sobre blanco en la mesa de noche. No fue difícil, así que una vez en sus manos se dirigió hacia la salida de la habitación.
—Odio que me hables así. Solo quiero jugar, idiota. —habló con voz mimosa. El cuerpo aún en la cama le miró con extrañeza.
—Eres un dolor de cabeza.
—Feliz aniversario, Chanyeol. —Baekhyun lanzó un sonoro beso para después caminar y desaparecer de la vista del contrario.
—Vuelve aquí, ¡dame ese beso!
— ¡Ducha!
Baekhyun carcajeó mientras inició una leve corrida hacia el primer piso de su hogar. Había despertado muy temprano para llevar a cabo los primeros preparativos que tenían al menos un mes, escritos en ese papel entre sus dedos. No cabía duda de que todo debía salir a lo estipulado y era lo que más le llenaba de una felicidad aniñada.
Chanyeol y Baekhyun cumplían media década de ser pareja, como al más bajo de ambos le gustaba titularlo. Ante tal acontecimiento, no podían perder la oportunidad para celebrarlo de la manera más inolvidable justo como cuando se conocieron. Lograron convencer a Junmyeon a que les ayudara a cubrir ese día en la oficina con una oferta difícil de rechazar, lo que les dejaba un día completamente libre. Además de recibir el apoyo de todos sus amigos, familia y la vecina de entrados años, quien siempre les animaba.
Al llegar a la cocina, revisó que todo estuviese listo sobre la isleta. Porciones de alimentos que el día anterior compraron y así dar inicio al primer juego del día: "el mejor desayuno".
Debe admitir que cuando pensó en la idea, la encontró patética y sin sentido, pero al revisar tantos blogs en Internet, donde sugerían actividades aún más extrañas además de aburridas, creyó que su idea sería la mejor. Tanto él como Chanyeol necesitaban olvidarse de la rutina por todo un día, solamente siendo un equipo de dos. Aunque no literal.
Por ese día se divertirían compitiendo el uno contra el otro. Serían los mejores rivales, luchando hasta lograr el único objetivo: ganar. Un buen merecido premio. Al pensar en su novio como su máximo rival desde ese momento, le hizo sonreír.
Mientras continuaba en sus pensamientos, fue sorprendido por un brazo rodeando sus hombros y gotas cayendo sobre éstos, debido al cabello mojado de quien hacía acto de presencia.
—Hueles tan bien hoy.
—Suéltame, no sé por qué duermo con el enemigo. Además, ¿cuánto duras bajo el agua?
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Rivales [CHANBAEK]
Fanfiction➤ Los años pasaron, pasan y pasarán; para ellos nada ha cambiado. Por esa misma razón, Baekhyun desea dar un giro en el día de su aniversario y sorprender a Chanyeol. Convertirá al amor de su vida, en su mayor rival por un solo día. 2SHOT/6.9K Pala...