Parte Segunda

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Baekhyun mantenía los ojos filosos, al tiempo que sus brazos estaban cruzados sobre su pecho. Jamás hubiese apostado por el alto, quien era el ganador del dichoso reto. Se habían dejado llevar por una competencia real e intensa, creando así una gran fila de niños molestos quienes tenían mucho tiempo esperando por su turno y todo debido a que los mayores no eran capaces de definir un ganador.

Muchas veces Baekhyun se acercó al trono victorioso, pero Chanyeol habría usado técnicas de profesional, que ninguno sabía que poseía el alto, y obtener un pequeño tigre de color blanco con negro. El más bajo había golpeado la máquina, ganando otro reproche por parte de los infantes ansiosos.

Ahora, la muy amplia sonrisa de Chanyeol, que era visible desde la ventana lateral, le esperaba dentro del auto. No quería entrar y escucharlo alardear por su perfecto juego. Deseaba quedarse en esa esquina de concreto observándolo con mala cara. Bufó al mismo tiempo que comenzaba a dar pasos con fuerza, la misma que utilizó para tomar posición en el vehículo.

—Estoy ansioso por el próximo. —la voz de Chanyeol se escuchó muy animada para ser verdadera. A este paso, había muchas posibilidades de que no hubiese un ganador definitivo y así ambos comprometerse a compartir el premio.

—Ya no es divertido, ¿no era mejor que perdieras? —el bajo seguía con el rostro contraído.

—Mira que tierno el peluche. —el alto le miró con ojos divertidos, pero él seguía evitándolo.

—Quiero ganar, Chanyeol. Necesito mi premio.

—Sabes que puedes tener lo que desees de mí sin ganar esto.

El alto ignoró que no obtuvo una respuesta y encendió el motor del auto. Fue en esta ocasión quien decidió animar el ambiente con un poco de música clásica, el estilo que más le gustaba. Le recordaba mucho a su tiempo en la universidad, además del inicio de su relación. La acción provocó que su pareja rodara los ojos. Baekhyun odiaba aquel estilo de música, de verdad lo hacía, tanto como él detestaba los sonidos actuales. Pese a eso, sonrió.

—Eres patético. La música clásica debería encontrarse en tu reproductor. —comentó moviendo los dedos sobre el volante a ritmo.

—Te haces ver como un adulto de cincuenta años cuando tienes la mitad de eso, Yeol. Si te la sigues creyendo sufrirás de difusiones eréctiles. 

Baekhyun sintió un fuerte golpe sobre su hombro y rió. Disfrutaba de hacerle ese tipo de bromas a su pareja, sobre todo porque éste encontraba una forma muy sarcástica de responder, sin embargo antes de que el asunto se alargara, el móvil dentro del bolsillo en sus pantalones, le alertó de una llamada que debía responder.

— ¿Sí? —Baekhyun miró hacia el conductor con una sonrisa cómplice y Chanyeol dedujo que la llamada provenía de la oficina— Oh, no. Sí. Ya mañana estaremos por ahí, no te preocupes. Gracias, Jongdae, salvaste mi aniversario. Adiós.

— ¿Pasó algo?

—No, solo quería confirmarme que todo ha salido de acuerdo a lo planeado. Con la excepción que no logramos escapar del congreso de profesores para mañana.

—Nada difícil —el alto viró acercándose a una zona de grandes comercios, permitiéndole así presenciar el último rayo de luz del día—. Ya anocheció.

—Ajam, así que apresúrate, quiero que te congeles el cerebro.

Durante el trayecto recordaron un poco más de anécdotas que compartían desde que se conocían; como la forma en que Chanyeol había decidido invitar al bajo a un café, la llegada de la primer cita después de eso, el primer beso y un par más que implicaban un vino de fina cosecha más el apartamento del alto.

Rivales [CHANBAEK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora