Angels.

Capítulo III.

"De todas las personas que podían llegar a tocar mi puerta tenía que ser ella." Pensé. No habíamos intercambiado palabra desde mi boda más que un hola y adiós y, honestamente, no sentía deseos de verla.

-Antes de que digas algo, no vine a pelear. Creí buena idea que Anne juegue un rato con Tennessee.- No respondí, era como si a la Gena arpía le hubiesen insertado un chip de cordialidad. -¿Puedo..?-

-Adelante.- Murmuré sin creerlo. Se adentró en la casa con su niña en brazos y saludó a mis padres. Anne se parecía bastante a James; tenía los ojos de los Baker y el cabello rubio pero el resto era una mini Gena.

-Dile hola a la tía Jenna.- Anne sonrió y escondió su rostro en el cuello de su madre, lo que me provocó una sonrisa.

-Hola Anne, James está afuera. ¿Quieres ir con él?- La pequeña asintió y se removió para bajar de los brazos de su madre.

-Extrañaba a su primo.- Murmuró viéndolos con ternura. -Son unos niños excelentes.-

-Disculpa que sea directa pero ¿A qué has venido realmente?-

-Pasé por tu casa y no estaba ninguno de los dos, Zacky me dijo...- Se quedó callada en cuanto vio mis ojos vidriosos. -Pelearon ¿Cierto?- Asentí y tragué duro para esconder las lágrimas. -¿Quién fue?-

-Quienes querrás decir.- Asintió esperando a que continúe. -Fans... No sé cuántas exactamente pero las fotos que me enviaron son de 14 personas diferentes.-

-¡¿Catorce?! ¡Eso hasta para mí es mucho!- No pude evitar soltar una leve risa. -¿Sabes quién las envió?-

-Creí que tú lo habías hecho pero con Anne y el problema del asma pensé que quizás podrías no haber sido...-

-Annie me cambió, Jenna. Ella es mi pequeña creación, yo soy su modelo a seguir y no me gustaría que fuera como fui en el pasado. Creeme que si hubiera tenido la oportunidad hace unos años...-

-No hace falta que lo digas.-

-... El punto es que lo he superado; realmente amo a Matt, además somos familia y debemos actuar como tal. Sé que lo que estás pasando es difícil pero debes saber que tienes mi apoyo.- Posó su mano en mi hombro y lo apretó amistosamente, lo que me hizo sonreír francamente por primera vez en el día. -Te ayudaré a encontrar a esa zorra sin clase.- Reí por lo bajo.

-Ven, tomemos algo. Mi madre hizo unos hot cakes deliciosos.- Decidí ser cordial y bajar la guardia sólo un poco porque, después de todo, aún seguía siendo Gena Paulhus y no me fiaba del todo.

Después del almuerzo, Anne y Gena se fueron. Me dediqué a prestarle atención a James; jugar con él, bañarlo y mimarlo un poco. Él se veía felíz, aunque sabía que algo andaba mal pues no estábamos en casa y, por alguna razón que él desconocía, su padre tampoco estaba.

-¿Mami?-

-¿Qué ocurre, tesoro?- Pregunté mientras doblaba su ropa y la acomodaba en los cajones.

-Papá... ¿Dónde está?- Aunque me parecía adorable cómo hablaba con tanta fluidez, mis ojos se llenaron de lágrimas sin que lo pudiera evitar.

-E...Está en casa.-

-¿Y James y mamá?- Preguntó señalándose con el dedito.

-Aquí, con los abuelos.-

-Quiero ir a casa, quiero papá.- Me arrodillé frente a él. Sabía que no era justo, él no tenía que pasar por todo esto.

-James... Mamá está enojada con papá. Él... Se portó mal con ella.- Sus enormes ojos azules me observaban con atención mientras su pequeña boquita sobresalía en un puchero. -Papá hizo llorar a mamá, es por eso que estamos aquí.-

-¿Y si dice que lo siente?- Sonreí triste y en ese momento sonó mi móvil.

-¿Quieres ir con él?- Asintió con la cabeza. -De acuerdo, iremos con él.-

Narra Zacky.

Había olvidado que teníamos una reunión con nuestra disquera, así como había olvidado que la vería. Estaba nervioso, ansioso pero dudaba que ella quisiera verme, pues le había hecho tanto daño... "Yo en su lugar no me perdonaría." Pensé. "Sólo trataría en lo que concierne a Tennessee." Mi hijo... ¡Cómo lo extrañaba! Necesitaba verlo pero cómo decirle sin hacerla llorar o sin llorar yo, incluso.

Cuando llegué al edificio, mis amigos estaban esperándome. Todos me saludaron como siempre excepto Brian; él se mantuvo distante pero sin salirse de la raya. Antes de entrar, un taxi se detuvo y mis piernas flaquearon. Jenna se bajó del mismo y comenzó a caminar con el semblante neutral hacia nosotros.

-Buenas tardes chicos, lamento la demora.- Se veía más hermosa que nunca; no sabía si era a propósito o si era por tenerla fuera de mi alcance. Pero aunque por fuera parecía que nada le afectaba, por dentro sabía que se debía sentir igual, o peor, que yo.

En la reunión se nos felicitó por el éxito del último álbum, se habló acerca de los videoclips que debíamos hacer y se nos invitó a una cena de gala por el aniversario de la compañía pero no pude prestar más atención que esa, pues no podía dejar de mirarla. Ella hacía anotaciones, escuchaba y rara vez me miraba pero, cuando lo hacía, sus ojos brillaban. Quizás de la tristeza, quizás de la añoranza pero lo hacían. Cuando terminó la reunión; luego de la media hora de tortura en la que la tuve tan cerca y tan lejos, salimos del edificio compartiendo un silencio bastante incómodo que ella se encargó de romper.

-Bueno, supongo que nos veremos en dicha cena, chicos.- Los saludó uno por uno y al llegar a mí se detuvo.

-¿No me vas a saludar?- Sonrió cínicamente y me estrechó su mano.

-Adiós, Zachary.- Cuando se alejó, sostuve su mano y jalé de ella hacia mí.

-¿Podemos hablar?-