𝐇𝐨𝐥𝐚, 𝐈𝐳𝐳𝐲 ━ Izzy Stradlin.

| 28.

4 de abril de 1985.

Hola, Izzy.
Steven llegó a decirme que le dijiste que nos viéramos en el Rainbow a las nueve de la noche, el ocho de abril.
Sólo faltan cuatro días, Izzy.

Ya quiero ver ese brillo tan especial que siempre tienes en tus ojos... Por cierto, ya me están temblando las piernas.

Nos vemos, Izzy.

Con amor, R.

—¿Hola, Izzy? ¿Nos vemos, Izzy? —preguntó una voz femenina detrás de mí, leyendo lo que yo escribía—. Oh, ya entiendo —se rió—. ¿Crees que mi hombre te pondría un ojo encima, estúpida? —preguntó riendo. Tapé la carta con mi mano y me volteé a mirarla.

—No.

—No hagas eso —río—. Te daré un consejo, deja de avergonzarte, linda —la mujer me quitó la carta y la empezó a romper.

—¿Por qué haces esto? —pregunté con la voz quebrada.

—¿En serio creíste que alguien como él podría estar con alguien como tú? —me miró asqueada. Intenté mostrarme fuerte, pero después de eso, no pude, ella me había ganado—. ¡Qué estúpida eres!

—Yo nunca pensé eso, Desi —susurré.

—Sí, lo imaginé —me miró con una sonrisa falsa—. No estás a su altura, olvídate de todo esto. Es estúpido —dijo terminando de romper mi carta y tirándome las partes rotas en la cara—. Mira detrás tuyo.

La miré con el ceño fruncido, giré mi cabeza y vi a Izzy de lejos sentado en una mesa con la mirada completamente perdida.

—Esta sentado conmigo, ahí está mi bolso —miré hacía dónde ella apuntaba y me di cuenta que no mentía. Ambos estaban compartiendo una mesa. Aparté la mirada.
—Lo siento, linda —susurró en mi oído—. Pero te ves patética imaginando que podrías estar con él —dijo para finalmente irse.

Giré mi cabeza hacia dónde ellos estaban.
Izzy estaba observándola, mientras que ella le coqueteaba.
Ella posicionó sus ojos en mí y me sonrió maliciosamente y leí que con sus labios me dijo: "es mío".
No sé en qué momento empezaron a bajar las lágrimas por mis mejillas, esas lágrimas que amenazaban con salir desde que ella me dijo: "¿en serio creíste que alguien como él podría estar con alguien como tú?"
¡Y cuánta razón tenía!
Había ganado.
Y yo había perdido mi confianza.

¿Que me hacía creer que alguien como él pondría sus ojos en alguien como yo?
¿Cómo pude ilusionarme con una persona como él?
¿Cómo pude enamorarme de él?

Ya no podía hacer esto.

***

—Se acerca el día, linda —dijo Steven apareciendo de pronto para depositar un beso en mi mejilla.

—Ya no lo voy a hacer, Steven —dije bajando la mirada.

—¿Qué? —preguntó confundido—. ¡Qué graciosa! —dijo soltando una carcajada.
Pero, él al verme tan seria, borró la sonrisa de su rostro—. Dime que es una maldita broma de mal gusto —pidió.

—No, Steven —dije tristemente.

—¿Por qué? —preguntó de nuevo. Yo lo miré por un segundo, hasta que sentí que lágrimas de nuevo se acumulaban en mis ojos—. ¿Qué te pasó, Em? —me miró preocupado.

—Ya no quiero —dije suavemente y mi voz se quebró.

—Pero, ¿por qué? —me miró aún más preocupado—. No llores, pequeña —se acercó a mí, para rodearme con sus brazos y no aguanté más y empecé a llorar—. Ya, respira —hice lo que me dijo y me dejó de abrazar para mirarme nuevamente y limpiar unas cuántas lágrimas que habían en mi rostro.

—Desi apareció ayer, me rompió la carta que hacía para Izzy y me dijo que era una estúpida por imaginar que alguien como Izzy estaría conmigo, Steven —susurré tan bajo que creo que a Steven le costó trabajo entenderme.

—¿Desi dijiste? —preguntó confundido y asentí—Esa hija de puta... —cerró los puños—. Ellos dos no están juntos, Emily —me miró fijamente.

—Ayer los vi, Steven —dije firmemente—. Y no me importa si están o no están juntos —dije limpiándome las lágrimas—. Desi tiene razón, soy una estúpida por imaginar que yo podría llegarle a gustar.

—Eso no es cierto, Emily —dijo molesto—. Eres hermosa y eres mejor que esa zorra.

—¡Déjame Steven! —dije fastidiada—. Ya toda la confianza que tenía, se ha ido. Ya no quiero conocerlo, porque sé que me pondré a llorar por ser tan estúpida —murmuré con más lágrimas en mis ojos.

—¿Vas a dejar que esa zorra llegue y te diga todo eso con la intención de que te sientas mal? —me reprochó—. Te diría que eres estúpida, pero sólo lo serías si crees lo que ella te dijo, Riddle.

—Entonces, dímelo —Steven me miró con desaprobación.

—Eres estúpida —me dijo finalmente—. Pero no eres estúpida por enamorarte de Izzy, eres estúpida por creer todas las estupideces que te dijo Desi —me miró decepcionado—. Lo único que vas a hacer es que Izzy se decepcione y lo más probable es que lo encuentres el día de su cumpleaños en ese lugar esperando por ti, aunque tú le digas que no —dijo frustrado tomándose del cabello—. Si eso quieres, bien... ¡Hazlo! —dijo finalmente para después levantarse y empezar a caminar por donde vino.

—Steven, ¿que no ves que me cuesta hacer esto? —dije soltando a llorar.

—¡Yo sé que te cuesta! —dijo fastidiado regresando hacia dónde estaba yo—. ¿Sabes qué? —preguntó—. Te apoyo por la decisión más estúpida que vayas a tomar. Pero ahora no, por qué estoy enojado —suspiró.

Lo miré y Steven secó mis lágrimas mientras me miraba con decepción en su mirada.

—Eres hermosa Emily, eres una increíble persona y hablas de Izzy como si él fuera el que pone las putas estrellas en el cielo todas las noches —susurró—. Sé que si lo logras estarás feliz, porque tomaste la confianza y la seguridad que sentías que no tenías. Yo espero que tomes la mejor decisión.

—Gracias, Steven —dije y él me sonrió una última vez, para girar e irse, cerré la puerta detrás mío y las lágrimas empezaron a caer de nuevo.