Epílogo.

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Un par de meses después...

Tu música es rarísima.

Se quejaba el canadiense mientras se apegaba un poco más al gótico, acariciando con ternura su cabello.

Tu música es asquerosa.

Se quejó el gótico mientras abrazaba tiernamente al mayor, aún no se acostumbraba mucho al hecho de ser cariñoso, pero no le desagradaba, de echo, se sentía bastante bien.

De un momento a otro el canadiense se levantó de la cama, tomó el celular del gótico y apagó su música.

Te demostraré que música es buena. — Dijo mientras lo apuntaba con una mirada bastante coqueta.

Firkle interesado en su música se sentó para observar bien lo que Ike hacía.
Luego de presionar un par de veces su pantalla la canción Sorry de Justin Bieber empezó a sonar.

Música canadiense.

Firkle solo rodó los ojos para luego volver a acostarse en la cama, sin apartar la mirada del pelinegro.

Ike empezó a bailar, tal como la hacían las chicas del vídeo, a veces haciendo un poco el ridículo, a veces bailando con seriedad.

Firkle al verlo su expresión cambio de sorpresa a una leve sonrisa, una sonrisa que al pasar los segundos se transformó en una alegre risa.

Ike impresionado por escuchar por primera vez la risa tan alegre de Firkle no dudó en prácticamente lanzarse a la cama, abrazarlo y unir sus labios en un tierno beso, y obviamente, sin rodeo alguno, el gótico lo correspondió.

Se apegaron más aún, sus cuerpos estaban unidos, podían sentir el calor del otro, sus labios se movían en sincronía, mientras que Ike guiaba sus manos a la cintura del gótico y este guiaba su manos al cabello del canadiense, ambos acariciando con lentitud.
Ike, con cierto deseo pasó lentamente su mano por el contorno del cinturón del menor, mientras que este guiaba sus manos hasta la blanca camisa del Canadiense, deshaciéndose de cada botón lentamente.
La situación se estaba tornando un poco erótica, sus besos ya no eran simples roces de labios, no, su lenguas hacían contacto, cosa que hacía estremecer al menor, las caricias eran más atrevidas y por cada segundo que pasaba la ropa empezaba a molestar más.

Hasta que el gótico reaccionó, separándose bruscamente del Canadiense.

Ike, mira la hora.

3:30.

Debían estar en la sinagoga a las 4:00

Oh...

Rápidamente ambos se levantaron arreglaron sus trajes, acomodando sus corbatas y botones.

Ike... Tus labios están negros. — Dijo Firkle con tono de burla.

Ike rió un poco y se dirigió al baño para poder retirar el color, pero justo al llegar a la puerta se devolvió y besó tiernamente al menor.

No quería volver a pintarme los labios después, así que debo aprovechar ahora.

Luego de unos 3 o 4 besos más Ike volvió al baño para arreglarse mejor, mientras que Firkle se sentaba en la cama de su novio...

"Mi novio... Que lindo suena eso" pensaba.

Rió un poco para después observar hacía la puerta del baño, hasta que el canadiense salió.

¿Vamos?
—Ajá...

Este se acercó al menor, tomando su mano cariñosamente y depositando un pequeño beso en su mejilla.

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Psycho (Gike)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora