Frykt

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Hace ya un tiempo había salido de aquella habitación oscura, rondando por pasillos desconocidos sin alguna pista de donde me encontraba, cada paso que daba se teñia de rojo y azul, creando un violenta incandescente, realmente hermoso, las paredes de piedras se llenaban con musgos y hortensias, dando cada vez una vista aún más maravillosa que la anterior, sin duda una belleza que debería ser expuesta.

Sin embargo aún me aturdia ese pensamiento de miedo y esa sensación de estar desprotegido, no importaba que tan surrealista era este lugar y que tan maravilloso podría llegar a ser, no estoy seguro aquí, jamás lo estuve, dejarse llevar por la belleza del "paisaje" <<si se le puede llamar así a los conductos voluptuosos de ese extraño lugar>> es uno de los peores errores que se puede cometer.

Se que este es un juego de muerte, la trampa de la araña que te enreda entre sus cuerdas e hilos para al final no dejarte ir a otro lugar que no sea la muerte.

Aún no me e topado con algún loco, o aún peor, algún servidor de la reina, si lo hiciera es muy posible que acabe en una condena peor que la muerte <<la vida>> pero no cualquier vida, si no, la vida de un pordiosero maltratado y torturado que seguramente sería utilizado en alguna subasta barata o acabaría como comida putrefacta para los cerdos y el ganado. Cualquiera preferiría ocultarse en este laberinto <<aunque es la única opción cabe recalcar>>, no hay escapatoria hasta que su Majestad lo dicte así.