Frykt

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Nobles, viajeros, duques y duquesas se amontonaban con ansias de ver el torneo jugar, este comenzaría en unas horas mostrando sus participantes que fueron escogidos selectivamente entre más de mil personas, solo cuarenta de estas pasaron las expectativas de la reina para participar.

<<Idiotas>> pensaba el. 

<<Como ellos no tendrían que sobrevivir entre treinta y nueve personas más y arriesgar tu vida solo para divertirlos a ellos, llenar tus manos de sangre y retorcerte sobre el miedo>>

Al principio no entendía en donde estaba, y para ser sincero sigo sin hacerlo, solo se que un día <<o quizás horas después de haber sido encerrado, no puedo asegurarlo realmente>>  se abrió una compuerta que me dejo en "libertad", caminar sin rumbo se a vuelto tedioso y aburrido pero es lo mínimo que puedo hacer para intentar salir de este lugar.

Cada minuto que pasa me desespera más, nose que pasará a continuación y eso me agobia, no me e encontrado ni con un alma suelta, todo esta vacío, silencioso y vacío.

Sobre mi cabeza se encuentra un tejado metálico o eso aparenta entre tanto musgo, a mis costados paredes que aparentan ser de piedra ya que lo más seguro es que solo sea metal recubierto de piedra para decorar, a mis pies un sendero de tierra infinito que no parece llegar a ninguna parte hasta el momento, no hay luz alguna, me a costado acostumbrarme a la tenue niebla y a la dispersa oscuridad que rodea el lugar. Hace frío, tengo hambre, y estoy cansado para mi desgracia debo continuar en la caminata eterna, quizás si continuo pueda encontrar un poco de luz o alguna pista de donde me encuentro.

<<Luz, luz, luz, más adelante se encuentra la luz cariño>> Recuerdo que eso me lo dijo alguna vez alguien importante para mi, solo que en este momento no tengo ni la menor idea de quien fue que me dijo aquello, pero para ser sinceros, ni siquiera tengo la mas remota idea de quien soy, ni como soy, o como debería actuar, definitivamente esto es un verdadero asco.