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Las cosas en el colegio se estaban poniendo complicadas, las tareas y exámenes cada vez se me acumulaban, y en las noches ya ni podía dormir, los ojos me quedaban con una horrible hinchazón y ojeras, qué podría decirse que parecía un zombie.

La materia de biología no me ayudaba en nada, el profesor —apesar de ser joven— era un maldito torturador.

—Quiero está tarea para el día viernes —dijo con su sonrisa, típica de él—. Hasta luego.

Y dió por terminada su clase, volvió a sentarse en la silla, revisando algunas cosas en su maletín, mientras que yo metia mis cuadernos a la mochila, tal y como algunos compañeros lo hacían, pero como siempre tenía la costumbre de ser el último en salir y para mi era algo incómodo.

Sus ojos castaños tapados con unos lentes siempre me seguían a cada movimiento que hacía, cuándo simulaba leer un libro, y era exactamente lo que pasaba ahora, sus ojos no dejaban de seguirme, era un poco extraño, pero a la vez ya era típico.

Intente ignorarlo tanto como pude. Metiendo rápidamente mis lápices, pero como soy tan torpe termine tirandolos por todo el piso, me grite mentalmente.

Como pude recogí mis lápices, tan rápidamente, pero me falta unas dos y habían caído justamente cerca de aquel profesor. Él lo notó, una sonrisa se alargó y quitó sus lentes dejándola en el libró que se encontraba en el escritorio.

Alzo los lápices y caminó dónde mí, con ellos en mano. La diferencia de estatura entre él y yo era muy notoria y recién me daba cuenta de eso, extendió los lápices hacia mí curveando sus labios.

—Se te cayó ésto —habló, su voz era tan chillona y ronca a la vez que le daba un toque muy masculino. Tomé mis lápices y los meti a mi mochila.

—G-Gracias —tartamudeé.

Me guiñó con un ojo, dando media vuelta, para regresar a su escritorio. Metió su libro y los lentes los guardó en el bolsillo de su saco, tenía que admitir que ese saco le quedaba demasiado bien.

Agarró el maletín y caminó en dirección a mí, cruzando miradas las cuales por su parte eran algo perversas. Al estar cerca de mí, tomó mi barbilla obligandome a que lo mirará.

—Si quiere tener una buena nota joven Kim le recomiendo que vaya leyendo los libros de la biblioteca uno por uno —lo dijó casi en un murmullo—. Esperó que su trabajo sea el mejor de todos...

Y sin más que decir soltó mi barbilla y camino hacía las afueras del salón con su típico sonar de los tacos de su zapato. 

Suspire frustrado tomando de los tirantes de mi mochila para irme. Se que estaba loco pero tendría que tomar la palabra de aquél profesor y leer todos los libros de la historia de la humanidad que existía en la biblioteca, hacer un informe sobre la existencia exacta del hombre, con más de 5 hojas y a mano,  no es nada fácil pero: ¿Quién vergas sabe sobre nuestra existencia?, Ningún científico nos dió la teoría exacta, y ese profesor quiere la teoría exacta.

—Maldito colegio —gruñi para mí dirigiendo mis pasos hacía la biblioteca del colegio. Al llegar salude al bibliotecario qué, cómo siempre se encontraba ordenando los libros por tamaño, color y abecedario.

Me fuí por uno de los pasillos en busca de los libros de la existencia humana, encontré más de 10 ejemplares, y éstos los puse sobre la mesa, dejé mi mochila en el piso y empecé a leer uno por uno.

Los minutos pasaban o tal vez las horas, ya ni eso podía saber, pero una cosa era seguro, había terminado de leer un libro el cual me dió una base central sobre el tema.

La cabeza comenzaba a dolerme y la razón principal era la lectura. No estoy tan acostumbrado a estás cosas, y tener tanta información en mi cabeza dolía, pero todo era por mi tarea, aprovechando también haría mi tarea de Historia y Física.

—Hyung Jun —alguien me llamó.

Alcé la vista, encontrándome con el bibliotecario, quién con pasos firmes caminaba donde mí, dejó una llave en la mesa, lo miré confundido.

—Salire un momento, me surgió alto importante —dijo—, y cómo eres el único aquí, quiero que al irte cierres bien la puerta y le des la llave al conserje.

—Está bién, pero si regresa rápido y aún estoy aquí, ¿le doy la llave al conserje? —recibí un golpe algo despacio en la nuca—. ¡Auch! 

—No seas tonto, me entregaras la llave a mí. Pero cuidado y falté algo Hyung Jun, tengo todo contado.

—¿Desconfía de mi? —dije indignado.

—Sí —lo dijo firme y sin más dió otra vuelta regresando sus pasos por dónde vino.

Chiste, rodando los ojos y regresé a mi lectura, guardando las llaves que el bibliotecario me había dado.

Pero unos pasos interrumpieron mi lectura y por el sonar de ellos, tal vez podía deducir quién era... Park...

—Oh, joven Kim —exclamó.

El profesor Park Jung Min, ¿por qué la vida me odia? 

—Profesor —susurre.

—Así qué, si hizo caso a mis consejos —sonrió coqueto.

Ésto comenzaba a asustarme, y las razones ni yo mismo los sabía. 
—Me encanta cuándo un estudiante hace caso a lo que yo le digo.

—B-Bueno, yo termine con mi lectura sabé.

Me levanté inmediatamente tomando los libros que antes estaba leyendo para dejarlos en sus respectivos lugares y escaparme. Pero como siempre mi torpeza es tan grande que deje caer como unos dos libros al suelo, metí como pude los libros qué tenía en mis manos ignorando completamente al profesor que se venía acercando a mí.

Cuando termine de guardar los libros, ya era muy tarde, el profesor había tomado los restantes, los guardó en los lugares faltantes, y antes de poder retirarme el tomó de mis muñecas acorralandome en aquel estante.

—Me dí cuenta que no hay nadie en éste lugar... —volvio a sonreír pero está vez de una forma tan perversa que me asustaba—. Podría enseñarte un juego...

Y antes de poder responder, sentí sus labios sobre los míos, la sensación se sentía tan bien, pero al saber que todo aquello venía de mi profesor mis pensamientos cambiaban, pero no podía negarlo, ésto me gustaba.

Sus manos bajaron por toda mi columna situándose en mi cintura, causándome un cosquilleo, sus manos se dirigieron a mi camisa, ahora maldecia el momento de haber venido con solo una camisa. Las comenzó a desabotonar uno por uno.

Al terminar y sentir sus manos algo frías en mi piel me causo una sensación incomparable, la cuál hizo que me estremeciera.

Sus labios bajaron lentamente a mi cuello dejando un camino de besos por todo esos lugares, me estaba volviendo loco con todas estás cosas... Pero me gustaba.

Mis pantalones se encontraban ya quitados junto con mi bóxer, hizo que diera media vuelta, mi cara choco con los libros, y sus manos estrujaban mis glúteos.

Gemi al sentir su lengua en mi entrada, arquee la espalda, dando una respiración irregular.

Cuando termino pude sentir su dureza chocando mi trasero y fue lo que me volvió loco. Lentamente metió su miembro en mi entrada, causándome un dolor agradable.

Las embestidas al principio fueron lentas, causándome algunos gemidos... Mi cuerpo se estremeció, y él comenzó a enbestirme más fuerte, mi cuerpo chocaba con el estante en nuestro delante y las embestidas seguían subiendo él ritmo, a tal hecho de que un sonido se hacía presente, tanto sus gemidos como los míos se juntaron, y el sentir sus labios en mi espalda hizo que arqueara aún más mi espalda.

Estaba por llegar al clímax y lo hice junto con el profesor Park, nuestra respiraciones eran entre cortadas, y el me beso... Algo me decía que todo con él iba a cambiar desde ahora

Me ausentaré una semana 😭
Debo ir a ver a mi abuelito 😥 esta muy enfermo
Les recomiendo se pasen por mi libro de videoblogs
Las amo chicas
Noona se va 💋❤️

MinJun One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora