Los chicos fueron al hospital. La joven tiene una ligera rotura al final del radio. Le vendaron de codo a media mano.
Bayron se llevó día tras día pensando en aquella chica ¿cómo se llama?, ¿donde vive?, ¿donde está?, ¿quién es?.
Raúl había desaparecido de la faz de La Tierra, tal y como le advirtieron. Ya se lo habían dicho antes... que cambiara, que esto podría pasar. El chico hubo ingresado en un lugar frío, oscuro, sin sentimientos, ni futuro, en un centro de menores. Aquella cárcel para todos los que aun son muy jóvenes para ser tan problemáticos, y en el que intentan, a toda costa, hacer rectificar todo lo que anteriormente habrían hecho mal.
La razón ocurrió el mismo día que agredió a Aitana, Raúl cogió su moto y, a 100km/h colisionó con un coche de frente, lo que supuso lesiones leves del conductor del automóvil y el propio muchacho.
En el coche, se encontraba con el conductor su pequeño hijo de 8 meses, cual se libró del accidente gracias a la seguridad que le había colocado su padre.
El hombre no quiso denunciar al chico y su familia, sabía que él no lo izo con mala intención y que iba bastante bebido, y ya que pasó nada grave, decidió dejar el tema por olvidado y perdonar a aquel joven desconsolado por los llantos de su madre que fue avisada e informada por la policía de que su hijo había tenido un accidente y, además multiplicaba la tasa de alcoholemia permitida siendo un menor. A Ariadna, la madre de Raúl, le dieron dos opciones, o dejaba a su hijo en un centro de menores hasta que la autoridad viera correcto, o esperaba a la próxima vez y debería pagar ella los hechos de su hijo. La mujer se acercó a su descendiente.
-Hijo mío, no tengo otra opción, espero que lo entiendas allí mejor, pero si me encerrasen nadie podría cuidar de vosotros. -se echó a llorar- Por favor cariño, no me odies por esta decisión, sabes muy bien que me duele muchísimo.-le subió la cabeza al chico- mira mis ojos y dime que me quieres y que me prometes que cambiarás.
- Te lo prometo mamá, -Raúl comenzó a llorar- por favor, ve a verme con Triana, porfavor mamá no me dejes solo.
Metieron en el coche al joven, este se asomó por la ventanilla y vio a su madre llorando desfavorecida y haciendo gestos con la boca diciendo la frase “te quiero”. Mientras, Kevin y Triana se encontraban en el cuarto de la pequeña llorando. Su hermano intentaba consolarla a la vez que él también lloraba confuso.
La reacción de Aitana cuando le comentaron lo ocurrido con Raúl era inexplicable. Lloraba a la vez que sonreía, se alegraba de lo sucedido pensando que sería mejor para todos, y a la vez se venía a bajo al pensar en no poder verle, en el dolor que estaría pasando su madre en aquel momento. Se recogió su pelo liso y castaño colocando hacia el lado derecho y seguidamente restregó sus dedos con cuidado por sus seductores ojos verdes. La joven abrazó a su mejor amigo, Kevin, que acto seguido le entregó una carta que le había mandado a enviar su hermano un día después de su encierre.
Torpe:
Que eso, que me meten en el trullo de anormales de carrito
cielo. No te preocupes, esto no es tan malo como piensan todos. Mi
tutor se llama Aaron y tiene 13 años más que yo.
Él también estuvo aquí hace mucho.
Bueno que lo siento muchísimo por lo de la muñeca, cariño, te
tengo dicho que si me ves bebido te marches sin mí. También lo
siento mucho por que sé que te costará pero después de lo sucedido,
he decidido dejarte libre, por favor busca un chico que te de lo que yo nunca te supe dar.
Por favor, te pido diversas cosas:
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Luna A Medias
TienerfictieUn grupo de mujeriegos, un grupo de traficantes, una chica misteriosa, un joven ex- drogadicto con muchos resentimientos, una madre que nunca volverá. La vida fácil y bonita, ya no es ni parecida a tal y como era. Los Alfas se destruyen y Los Mor...