Luna A Medias

Capítulo 2: Aquellos ojos marrones

Ya eran finales de verano y Bayron tenía que ir haciéndose sus

últimos planes de supersalida. Ha quedado con Raúl, Kevin, Luis y

José Antonio. Van a una discoteca de cerca de la zona. Mientras, Jaime

simplemente va a ir a dar una vuelta con sus tres mejores amigos.

Raúl llevaba consigo a Aitana, su novia desde hace 6 meses.

Es una relación poco equilibrada, ya que al verse cuatro días a la

semana, dos de ellos acaban enfadados el uno con el otro. Los dos son

demasiado orgullosos.

Kevin está entre la espada y la pared, como se suele

decir. Quiere encontrar una relación seria, ya que al tener 17 años le

queda poca adolescencia, pero tiene miedo de acabar como su

hermano.

Luis pasa de todo, no se quiere enganchar a nada ni a nadie,

ahora mismo lo único que quiere hacer él es vivir el momento lo

mejor posible hasta los 18 que parte a la universidad. Al igual que

Bayron.

José Antonio, alias Pepe, es todo lo contrario a sus amigos,

no le gusta para nada la idea de una chica ocupando espacio en su

vida, prefiere estar solo apesar de sus casi 18 años.

Ya en la discoteca, los chicos empezaron a beber, unos más

que otros... Al poco tiempo, Aitana y Soraya, la chica que tenía por

objetivo Luis aquella noche, se fueron diciendo que volverían en una

hora.

Bayron se fijó en una chica muy linda sentada sola en un

sofá bastante triste, se acercó a ella y se sentó al lado.

¿Se puede saber qué haces aquí sola con el buen ambiente que hay hoy? .- le dice el joven.

Perdona, ¿te conozco?. - la chica le mira a los ojos

El chico se queda impactado al ver aquellos ojos marrones,

es preciosa.

No me has respondido a la pregunta- dice Bayron nervioso.

Vine con una amiga...-Dice inquieta la joven.

Dime la verdad, si vinieras con una amiga seguro que estarías más contenta.

¿Ves aquel chico de allí del fondo?- se sincera.

¿El que se está liando con la rubia?- se fija.

Sí, pues ese imbécil es mi novio, y la tía mi supuesta mejor amiga. - dice cabizbaja.

Pero no se te ve muy afectada... Lo sabías de antes ¿verdad? - Pregunta curioso el muchacho.

Premio al inteligente...(el joven le mira decepcionado) perdón, no quería ofenderte... son los nervios y la rabia acumulada, lo siento.

No pasa nada, ¡tampoco es que sea muy listo!(ambos

echan a reír) Va' vente conmigo y baila ¿no?, puedo intentar que tu noche sea más divertida. - el muchacho sonríe.

La joven responde con una dulce sonrisa acompañada de una

mirada brillante y, en la pista comienzan a bailar.