Me desperté en una habitación de hospital, estaba sola. Conectada a un montón de aparatos, tenía tubos en la nariz, más tubos que me salían del brazo. Empeze a ponerme nerviosa y la maquina que marcaba mis pulsaciones empezó a pitar cada vez mas rápido, una enfermera bajita, de ojos verdes y pelo negro, entro en la habitación.
-¡Calmate muchacha! -grito con su voz aguda- No pasa nada esta todo bien, ya esta solo relajate no pasa nada, muchacha no hay nada de lo que preocuparse, no tienes que temer- decía mientras me acariciaba el pelo, como lo hacía mi madre, cuando tenía unos de mis ataques de pánico.
Mi madre. Mi padre. Mis hermanos. Porque no están aquí, y porque yo estaba en el hospital.
-Mi familia, donde esta mi familia, que hago aquí, porque estoy aquí- tenia ganas de correr, y que al parar me despertara y estuviera en mi habitación, en mi casa.
- ¿No te acuerdas? - pregunto la enfermera con las cejas levantadas- ¿No te acuerdas que paso, ni como llegaste?
Esta mujer empiza a asustarme, porque no me contesta a mi pregunta. No dejaba de mirarme fijamente, quería una respuesta. No sabia que decirle me acordaba de algunas cosas, pero no estaba segura, a si que me encogí de hombros.
Se dio la vuelta y se fue. Al cabo de un cuarto de hora, entro la Dra. Milar. Una mujer que me conocía desde que nací. Ojos azules, pelo castaño, no muy alta, y siempre con sus gafas rojas.
-Hola, Alexandra- dijo con esa sonrisa, que nunca le faltaba. Pero había algo en ella, sus ojos no estaban como era habitual, estaban tristes. Me miro fijamente se ve que debo tener algo en la cara a parte de estos malditos tubos.
-¿Alexandra, te acuerdas cuando llegaste?
-No, Dra. Milar- Dije tartamudeando- Me acuerdo de cosas, pero creo pensar que son pesadillas.
-Sí, cuentame. De que van esas pesadillas- dijo mientras se sentó a los pies de la cama
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El Final Siempre Cambia
RandomAlexandra llevaba una vida como cualquier otra chica de 16 años, iba al Instituto, salia con sus amigas, pero eso un día cambio, su mundo se desmorono. Tuvo que ir a Estados Unidos y empezar una vida nueva. Ella creía que su final había llegado, que...