PARTE ÚNICA

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Mi relación con Louis fue como una montaña rusa, donde el tiempo estuvo estancado cuando estuvimos en la cima. Viendo la hermosa vista que me daba al ver su rostro, disfrutando el estar un poco más cerca de las nubes en su mirada azul, el viento mover nuestros cabellos y nuestras risas de nervios al saber que caeríamos cuesta bajo.

—Oops, creo que te manché.

—Hola, no te preocupes .–nos sonreímos aun estando en un lugar nada común para conocernos, el baño nunca había sido mi lugar favorito hasta ese momento.

Lo único que nos daba fuerza era nuestro agarre con dedos entrelazados y nuestras miradas encontradas. Tú eras mi soporte y sabía que yo era el tuyo. El carrito comenzando a moverse y nuestros corazones latiendo más rápido y duro contra nuestros pechos ante la primera caída desde que comenzó el juego.

La cuesta abajo fue lo difícil, sentir que en cualquier momento nos soltaríamos para buscar otro soporte donde sentirnos más seguros siempre fue mí temor, pero nunca fue necesario, tu mano era el más fuerte hierro donde quería ser fundido.

Hasta que el tiempo comenzó a pasar y ellos se dieron cuenta. Fue cuando te alejaron poco a poco de mí y ellas comenzaron a llegar.

Fue cuando....

La soldadura comenzó a oxidarse y tu mirada ya no estaba fija en la mía, ni tu corazón latiendo fuerte contra tu pecho, ni su risa nerviosa cada vez que estábamos en la cima.

— ¿Está todo bien? .–pregunté confundido después de terminar de hacer el amor, tú simplemente te habías acostado mientras soltabas un suspiro insignificante con tu mirada perdida en el techo–. ¿Lou?

— Todo está bien Harry .-sonreíste con los labios en línea y apretando sus ojos formando arrugas fruncidas, tu sonrisa falsa que solo hacías para las cámaras, ahora, también la ocupabas para mí-. Duerme Harry.

One Direction siempre fue, es y será lo mejor de mi vida. Aparte de darme la oportunidad de hacer mis sueños realidad, conocer a los mejores amigos y personas asombrosas de todas partes, también pude conocer al amor de mi vida.

Un amor inocente, lindo y tierno. Un amor de adolescentes, uno inolvidable.

Dónde el número 18 se enamoró del 16, sin importarle pasar por encima del 17.

Vivimos en el lapso de Luna de Miel por 5 años, donde todo estaba bien o tratábamos de aparentar eso, donde el dolor y tristeza se arreglaba con un "Lo lamento bebé, todo estará bien pronto" y con una respuesta de "Pronto acabará".

Donde el amor prohibido era adrenalina corriendo por las venas, las caricias eran secretos susurrados contra la piel y los besos promesas selladas en los labios.

Donde el dolor era escondido detrás de unos grandes lentes de sol y sonrisas hasta las orejas.

— Un descanso .-habíamos concordado todos.

Jugando con mis anillos te miraba empacar tus cosas, las palabras de nuestra reunión con los mánagers aún seguían en mi cabeza, escuchar el "No estarán juntos durante el descanso" o "La nueva chica ha llegado", "Necesitamos publicidad para no perder ganancias". Simplemente me mató.

Ellos decidieron por nosotros, siempre decidían.

Nosotros siempre obedecíamos, siempre obedecíamos.

— Nada es real, lo sabes .-besaste mi frente antes de irte.

— Mi dolor si lo es.-pero ya no estabas para escuchar.

La publicidad se hizo, las fotos invadiendo las redes. Y nunca me había sentido tan sucio. Me alejé del teléfono todo lo que pude, ignoré a todos por un tiempo o ellos lo hicieron, aunque no se los pidiera. Todas las luces estaban puestas sobre ti y yo pude esconderme por un tiempo.

Sign Of The Times ∞ LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora