Siempre he tenido razon

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—Cuentamelo completamente todo y con todos sus detalles.—le digo a Seth.

—De acuerdo pero tienes que prometer que no iras a gritarle en frente de todo él mundo.—me dice Seth y yo no confió en mi voz, asi que asiento— ok. Mira cuando tu te fuistes, todavia no lo comprendo, Reneesme ya no era la misma... Se sentía como la dueña del mundo -aunque todavía lo siente- Empezó a ponerse insoportable molestaba a todos y solo le hablaba a pocos y eso solo por cortesía, ese era él caso de nosotros dos solo nos saludaba con un asentimiento y seguia su paso. Toda la escuela la odia, pero lo mas raro es que a Jake no; obvio Jake es mucho mas cordial y respetuoso. ¡Dios Elizabeth no sabes nada aun! Algún día la tienes que ver, se burla de todos como si fuera la persona mas perfecta del mundo y lo mas triste todavia es que Bella y Edward al parecer lo aprueban...

—¿Y nadie se ha quejado con él director?— lo interrumpo.

—Claro que si, pero los que se han quejado han salido expulsados, y no se sabe como gana él juego. Seguro al verte y saber que eres una Cullen debieron pensar que eres igual que ella. Y no te he contado lo peor... Lastima a los pobres nerds que no la ayudan en sus deberes pero no puedo hacerle nada, porque es la novia de uno de mis comandantes.

—¿Pero tu no eres comandante? ¿Donde yo se es que cuando me fui ya ustedes ivan a subir de puesto?.

—Si, pero recuerda Jake es él general después de Sam Uley.

Me quedo en silencio y mi corazón palpita de rabia, pero me contengo y decido relajarme. No se como me siento al respecto, lo que si se es que cuando llegue a casa le pondré un punto final al reinado de Reneesme. Sobre todas las cosas malas que Edward y Bella dejan que Reneesme haga.

Caminamos por un largo pasillo donde hay alumnos que miran a Seth y a Leah como si les hubiera salido otro ojo o con rabia y asombro y lo mas raro es que ellos parecen ser ajenos a todo esto, mientras caminamos muchos de los alumnos que dan viéndonos -O mas bien viendo a Seth y Leah- y nos abren paso mientras caminamos. En casa tendrán que darme una explicación muy pero muy excelente para aceptar esto; de lo contrario le exijire a Reneesme una disculpa publica para todo él instituto. De lo contrario... Se lo haré saber a Aro, esto tiene castigo...

«Elizabeth, tienes que saber  una cosa que hará que no cometas ningún delito que tenga que ver nuestras leyes. Nunca pero Jamas molestes a un humano, les podrás tener odio, pero cuando los molestas así no quieras que tu parte vampira salga a flote de alguna manera u otra saldrá y él humano se dará cuenta o tendrá sospecha de lo que eres. También molestar a un humano tiene castigo...»

Esas fueron las primeras palabras que me dijo Aro cuando llegue a Volterra y desde allí se han quedado clavadas en mi memoria. No puedo faltar a mi palabra, con Aro de alguna forma se dará cuenta de que estoy ocultándole algo y quizás yo seré la que pague por ese error.

—Listo, llegamos— dice Seth sonriente.

—¡Oh gracias chicos!—digo— Les debo una.

—Te esperaremos aquí afuera.—dice Leah.

—No quisiera molestarlos tanto.—Digo.

—No es ninguna molestia, además si nos vamos vendrán a molestarte.—dice Leah.

—De acuerdo, no me tardo.—digo.

Me encaminó hacia una oficina de mediado tamaño, entro y él aroma a café recién hecho, aguas aromaticas y ambientador con olor a cítricos penetra mis fosas nasales es realmente acojedor, a continuación me acerco a una pequeña recepción donde hay una ancianita con él cabello blanco corto, una gafas moradas sujetadas a su cuello por un cordón dorado.

|Experimento Cullen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora