maybe we started this fire. •🔥• [jackbum]

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Dos cuerpos entre una multitud en la cual se mezclaban a la perfección, ambos intoxicados hasta sus neuronas por líquidos de colores brillantes que sabían gracioso y ardían cuando viajaban por su garganta, dos cuerpos que bailaban junto con personas que en sus memorias quedaban como borrones en vez de facciones, el calor que subía desde el suelo hacía que el sudor y la humedad se hiciera presente al nivel de sus cabezas, empapando a todo ser que se encontraba en el lugar infestado de luces tenues, música alta y olores tóxicos.

Manos ajenas en lugares prohibidos, miradas codiciosas en busca de su próxima presa.

Dos cuerpos que se desearon por una noche.

Sus miradas reflejaban como se comían el uno al otro desde el otro extremo del lugar que se encontraba repleto de jóvenes llevados por el extasis, cualquiera podía distinguir a lo lejos la lujuria que se encontraba en sus ojos.

Al terminar la noche aquellas manos tan necesitadas recorrían cada partícula del otro, por lugares tan comunes y usados, como por lugares prohibidos y sensibles, el sudor bajaba lentamente por sus pechos recorriendo y quemando la piel por donde pasaba, la humedad en el ambiente era cada vez más pesada. Sus respiraciones se mezclaban, sonidos lujuriosos infestaban aquel cuarto que se encontraba en el fondo del lugar, sólo unos cuantos billetes por parte del mayor a aquel camarero coqueto y lo que era el lugar de descanso que nunca se ocupaba se había convertido en un motel de segunda para la pareja.

Jamás habían escuchado sonidos tan obscenos y necesitados como los de aquella noche, y tan pronto los escucharon se habían vuelto adictos a ellos en sobremanera, ninguna palabra se intercambió durante el acto, solo miradas seductoras y suspiros amenazantes, el deseo carnal que emitían era insaciable.

La noche acabó, se vistieron nuevamente.

Pero aquel deseo no podía llenarse, las llamas que ardían al estar juntos eran seductoras y no podían apagarse. Sus cuerpos pedían estar con el otro, sus corazones inocentes les jugaron una broma pesada en la que ninguno de los los dos podría zafarse, sus mentes les decían gula, pero su alma ciegamente emitía la palabra amor.

Amor del que se perdona, decían.

-¿Quieres ser mío?- Los movimientos circulares que realizaba el chico con su cadera cesaron al escuchar aquellas palabras.

-¿Me estas pidiendo ser tu novio, Jaebum?-

El susodicho solo asintió mientras una sombra de lo que parecía ser una sonrisa se mostraba en sus labios.

-...Se mí novio Jackson.-

El otro chico sólo sonrió ampliamente con la respiración entre cortada y pesada por la acción que había cesado de realizar hace unos segundos.

-Si...-

Al terminar de pronunciar aquella palabra que sellaría sus destinos, el mayor posicionó sus manos en las caderas del contrario para imdicarle que continuara.