¿Podrá ser ella?

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Salí de clases y mientras caminaba sentí que alguien tocó mi hombro.
-Hola. -dijo Cristopher el chico de rasgos asiáticos al parecer um pretendiente de Alejandra.
-Hola, amigo, disculpa, no quiero problemas.
-No te preocupes, solo quiero hablar contigo.
-Bueno, adelante.
-Ya sabes que te vi con Alejandra,  la verdad no me gustó nada, pero no tengo razón para enojarme con ella, no somos enamorados, pero estamos en algo ¿me entiendes? Ayer cometí el error de... tomarla de la mano y acercarme... -bajó la mirada. -te voy a contar todo para que me entiendas.
-Pero Alejandra y yo no...
-Escúchame, a Alejandra la conocí hace tres meses porque me la presentaron.
-Yo conosco a Alejandra de toda la vida. -dije victorioso y sarcástico.
-No importa, y nos hicimos grandes amigos, no sé cómo ni cuándo... empecé a sentir gran cariño por ella, siempre trataba de encontrarla para pasar con ella el rato, hasta dejé de lado a mis otros amigos, era tan dulce, muy diferente a todas las chicas que conocí y créeme que conosco a muchas. En fin, un día ella empezó a evitarme, y yo no sabía por qué, cuando me veía se iba por otro camino... cuando yo le hablaba rara vez me contestaba.
-Típico de Alejandra.
-La situación me desesperaba, pero seguía insistiendo y dejó de ignorarme empezamos de nuevo, solo que esta vez ella ya no me miraba a los ojos como antes y se ponía nerviosa. -sonrió. -Se veía tan linda, un día cuando salíamos la tome de la mano, y entrelazamos nuestros dedos, no la solté por un largo rato, no pude evitar notar su incomodidad.
-Interesante. -dije un poco sorprendido por escuchar una historia de Alejandra.
-Yo... ayer ya no pude contenerme... todos los días miraba sus labios y cada mañana me proponía solo una cosa... tenía que besarla. Ideé muchos planes, pero ninguno funcionaba, no podíamos estar solos, pero ayer fue perfecto, salimos y le invité un helado, al regresar la hice caminar por un atajo y llegamos a un parque solitario, empezamos a hablar, la tomé de las manos y luego la abracé, ella siempre me abrazaba para evitar que la bese, pero ayer fue diferente... empecé a acariciar su cabello, y...
-De acuerdo imagino lo que pasó luego, no es necesario que lo digas.
-Solo quiero estar con Alejandra,  como te habras dado cuenta me cuesta... me costó... pero hoy día los vi, tú te ganaste todo sin hacer o pedir nada... no sé qué serás de ella, solo te pido que no te interpongas entre nosotros.
-Vaya, no sé qué decir, tienes razón yo no hice nada, a mí me tomó de sorpresa, pero no estamos en algo, solo somos amigos, últimamente me pasan cosas raras, pero no te preocupes.
-Bueno, gracias por entender.
-Una pregunta.
-Dime.
-¿Cómo reaccionó Alejandra luego de su beso?
-Pues, se despidió y se fue corriendo, creí que se enojaría, pero no.
-Ay Alejandrita.