Por lo Tanto es Siempre

Capítulo 3: Sufrimientos y lamentos.

Narra Eren
Ya no había forma de recuperarla, la perdí, por que fui tan idiota, comportandome como si no la necesitaba, y lo que mas quería es su compañía, ella era un mundo para mi, no era ni mi madre ni mi hermana, era una chica que me quería y no la aprecie.

Fuera del cuartel, me senté debajo de un frondoso árbol, con la mirada pérdida, sumergido en lo mas profundo de mi corazón, de un lugar en donde nadie me podía sacar, un lugar al que llame soledad.

El viento soplaba esa tarde, ya estaba oscureciendo, no había  comido en todo el día, ni tenia hambre, solo pensaba que Levi tuvo el mejor de los valores en decirle sus mas puros sentimientos hacia Mikasa, y yo de...

-¡Hey!Respóndeme ¿estas bien recluta?

Una melódica voz me saco de lo mas profundos.

-¿ah?, que ¿quien eres?

La extraña muchacha pelirroja de ojos azules suspiró de alivio al ver que le di una señal de vida.

-perdoname, pero pensé que estabas muerto.

-no yo soy el que lo siente, te preocupe bastante, y necesitaba que alguien me saque de ese estado.

-entonces me alegra de haber llegado a tiempo.-sonríe tiernamente.-me llamo Leika Mauch, soy un miembro del escuadrón 103, el cual fuimos pocos los soldados en graduarnos, yo fui la única sobreviviente del ataque al shingashina, mis compañeros todos y cada uno pereció en esa batalla.

-me impresiona, yo soy Eren Jäguer, antiguo ciudadano de shingashina, y soldado de la tropa 104.

Esta chica, era tan rara.

Narra Levi.

He buscado al niño de Eren, todo el día, desde que Mikasa me contó que no lo había visto en el desayuno ni el almuerzo era de preocuparse, aunque ella aun siga teniendo esos sentimientos hacia el, cabe destacar que ella me acepto, le dolía dejar a ese chico.

Por ultima opción, fui al pequeño bosque que estaba al sur del cuartel, ahí escuche murmullos, mientras mas me acercaba, se aclaraban las voces,palabras, era Eren, y ¿una voz femenina?.

Al encontrarlos, vi al chico,  sentada a su lado, una muchacha de cabellos rojizos puros, pálida piel  que parecía mortuoria, y unos ojos azules océano.
Esta se paro y saludo respetuosamente.

-capitán Levi Ackerman, soy Leika Mauch, la única sobreviente de la tropa 103.

-puedes descansar Leika, -mire a Eren, mientras le agarre de la camisa elevándolo del suelo y tirándolo al mismo como la misma basura que es.

-como te atreves a abandonar el cuartel en pleno entrenamiento, nos preocupamos, todos tus amigos y en especial a Mikasa,¡QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ JÄGUER!

Me aleje de ellos, fui directo a los tejados, necesitaba un poco de paz, aclarar mis pensamientos, sentimientos, decisiones.

Las estrellas se habían apagado aquella noche, me sentí solo, extrañando, con frío, como si estuviera muerto en vida.

Miraba a los reclutas nuevos alejarse del lugar, y se detenían a sentarse en los árboles, lloraban, se lamentaban o querían suicidarse pero no tenían el valor de hacerlo.

Es casi la misma vida que tenia allá abajo.

Recordaba, a todas las pérdidas, en todas las batallas, y esa maldita titan hembra que acabo toda la luz que me quedaba, ya no tenia a nadie.

-¿Levi? ¿que haces aquí?

Su melódica voz sonó, como si una suave y cálida brisa se tratase.

-Mikasa, ¿por que estas aquí?

-he traído una cobija de lana, esta noche hace frío.

-te preocupas demasiado.

-no, bueno, digamos que fue una excusa para venir aquí, no me dejaban subir. -me puso la manta encima.-bueno debo irme a dormir.-dio media vuelta hacia las escaleras.

Aun tenia frío, no sabía el por que, pero no quería seguir sintiéndolo, lo repudiaba, en ese instante, de manera inconsciente, de mi boca salio una frase, la cual provenían del corazón.

-Mikasa, ¿quieres acompañarme?

Ella me miró, en sus húmedos labios, se formo una sincera sonrisa, se acerco, y se sentó a mi lado, y nos cubrimos con aquella cobija.

El frío desapareció, sentía un agradable calor.

Al cabo de un rato, ella quedó dormida encima de mi hombro, se la veía tan tranquila, como si supiera que esta con la persona que la protegería.