Estoy a unos segundos de revelarme contra el infinito universo en el nombre de mi corazón, sin armas. Quizás me estoy lanzando a una piscina vacía, pero es lo menos que puedo hacer después de que me desarmases con tan sólo una mirada. Tus ojos brillaban y mi corazón pronunció una retirada inmediata.
No servía de nada esconderse si mi cuerpo era un soldado suicida que se alzaba en medio campo de batalla, gritando tu nombre, que sabían en mis labios como el cítrico. Es un sabor adictivo, que no os engañen. El sabor (el nombre - la persona -) más peligroso que los poetas hayan podido probar. ¿Qué tipo de persona es tan poderosa para robarme el aliento con una sonrisa? Keiji, no tienes piedad de mis ojos, que no pueden dejar de mirarte mientras te mueves por la estancia.
Creo que voy a alzar la bandera blanca y entregarte todo lo que tengo. Mi corazón, mi alma, mi mirada, mis manos, mi cuerpo, mi aliento. Todo, ¡todo! Porque yo, amor, este soldado, exiliado desde que conoció un enemigo de tal semblante, daría cualquier cosa por ti.
Quédate con todo lo que tengo, porque mientras que te quedes, quédate con lo que sea.
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kou y keiji
Short Storylas mismas dos personas conociéndose y enamorándose una y otra vez abril del dos mil diecisiete, akaashi keiji & bokuto koutaro cover © Happy Together (1997)