∆ Dos∆

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No me arrepiento y no me arrepentiré de haber venido a Corea del Sur. Por mas que me halla costado horrores mejorar en su idioma. Aun asi todo fue compensó con la
hermosa compañía que me brindó Shinnie, era tan amorosa como la mamá de Sirius Black, tan amable como lo es Alec (en ciudad de huesos) con Clary, y mas alegre que Katniss. Una excelente persona.
Mis primeras dos semanas en corea se basaron en estudio, cama, estudio, cama, leer, estudio, jugar, cama, estudio, estudio y más estudio. Raras veces pasó algo además de estudiar y dormir. Conforme pasó el tiempo en la casa de los Lee me fui acomodando mas a su horarios y costumbres. Tal como había sospechado desde el comienzo, Lee es un apellido que no parece de Corea y estaba en lo cierto, ellos son de China, Shangai para ser exactos. Hace unos 6 años se habían mudado a Corea del Sur.

Recuerdo mi primer dia en la secundaria.
Estaba en el auto del señor Lee, el cual nos dijo que por ser el primer día de clases nos llevaría. Aun así nos aclaró que no siempre nos llevaría. Shinnie iba a la misma secundaria que yo, y en el mismo año, la diferencia era que estabamos en cursos distintos.

—Muy bien señoritas es hora de que bajen, les espera un hermoso día en la escuela.

El señor Lee nos mostró una sonrisa y quitó el seguro para que podamos salir.

—Papá,—Ahogó unos comentarios y dio un sonoro suspiro, resignada de repetir los mismo siempre -Estamos en secundaria, casi preparatoria, no estamos en "la escuela".

Shinnie tenía un caracter un tanto explosivo y sensible, estar con ella era como estar con una bomba a punto de explotar, no se sabía cuando podía despotricar contra uno o cuando reacionaba amigable. Era todo un caso.

—Secundaria, primaria, preparatoria es lo mismo, hasta que no entres a la universidad no voy a cambiar.

Shinnie rodó los ojos y bajó del auto. Tal pareció que ese día, justo ese día se le olvidó que no iba sola a la secundaria, porque me cerró la puerta en la cara impidiendo que yo salga tras de ella. Se le hizo costumbre lo de cerrarme las puertas en la cara.

—A veces es así, solo tienes que darle tiempo, tiempo y...

—Paciencia, mucha paciencia. Espero con ansías el día en que no me cierre puertas en la cara.

Salí del auto y me encaminé a mi nueva escuela.

La verdad es que recuerdo pocas cosas en cuanto a el primer día que pasé en ese instituto. Fue hermosa la experiencia de estudiar en otro lugar, si, pero la gente mayormente fue muy grosera conmigo. Recuerdo que cuando me presente nadie me dio importancia y, en el receso solo se presentaron unoa idiotas para: 1) presumir su inglés (que en casi todos fue nefasto) 2) inflar pecho cual palomas y decirme que "esta secundaria no es como las Americanas, mas vale que estudies" 3) para pedirme que me saque fotos con ellos.
En conclusión, fui como un tipo de experimento social, a la par que souvenir.

Pasaron las semanas y todo seguía igual en el instituto. Optamos por llamar a la escuela, secundaria o preparatoria, instituto. Fue la única forma en la que Shinnie no hiciera escandalo cada mañana. A medida que pasó el tiempo ya no me pedían fotos, lo cual agradecí, y mucho. En esos momentos entendí como se sentían los asiáticos, ir a América o a cualquier lugar y que unas desconocidas les pidan fotos a cada rato.

Cada día en la cena era la misma pregunta, "Mavis como te llevas con tu compañeros" seguido de esa pregunta y trataba de decir lo más convincente posible "bien, todos son amables conmigo". La verdad era que no me trataban mal, solo hacian como si yo estuviera en esa clase. Por mi parte no ayudaba tampoco, no intenté relacionarne con el resto de la clase "por miedo". Bien, mejor admitirlo, mi orgullo es muy grande, más grande que mi amor al chocolate. Y si, estoy orgullosa de ser tan orgullosa, y no me avergüenzo en lo mas mínimo de decirlo.
A pesar de que llevaba tiempo en Corea pronunciaba mal, o al menos eso pensaba. Para no tener que pasar vergüenza pronunciando mal se me ocurrió algo genial ¿Por qué pasar vergüenza si puedo ahorrarme la molestia? De ahí lo de estar sola en los recesos y demas actividades del instituto.

-Mavis-El señor Lee me llamó por mi nombre, era algo importante. -Hablé con tu madre ayer y me contó que asistias a una escuela de música.

Asentí.

—Estudiaba en mi antigua secundaria.

—Pues ahora también estudiaras música, solo que en un conservatorio. Shinnie asiste a una escuela de baile que queda cerca de un instituto de música, podemos pasar a buscarte después de tus clases.

Tanto la señora Lee como su esposo querían que demostrara alguna señal de que me tomo por sorpresa la noticia, pero ciertamente me lo  venía venir. Seguro que mamá les habrá dicho algo para que asista a esas clases.

Mamá intentó llamarme muchas veces pero solo le dejé un mensaje diciendo:

Estoy bien, llegué bien a la casa de los Lee. Conocí a Shinnie, que es como la hermana que nunca tuve y una compañía tan agradable como la tía Frida. Avisenme cuando decidan quien va a tener la custodia.

Después no respondí ningún mensaje o llamado de ella.

Tal como me habían dicho me inscribieron en un conservatorio. Por suerte había quedado cupos para mi instrumento, piano. Lo malo vino cuando no me dijeron en que aula tendría que asistir.

Llegué 20 minutos antes de la clase, pero había muchas aulas en ese lugar y yo cada vez me quedaba con menos tiempo. Lo que menos quería era preguntar a alguien. Como mencioné antes mi orgullo esta primero ante todo, y no quería perderlo por pronunciar mal.

No fui la única que se enfrentó a esa situación de no saber en que aula tenía clases, dos chicas también estaban buscando a sus respectivas aulas. Pero, tuvieron la brillante idea de preguntarme, o al menos intentarlo, porque ni bien pude entender que iban a preguntarme me adentré en la primera aula que pude. Cerré la puerta detrás de mí. No me percaté si había alguien el en aula, menos si había algún profesor adentro.

-Amm, hola, ¿Tienes clase en esta aula?

Giré sobre mis tobillos y me encontré con un chico alto, un poco moreno, flaco como un palo y con párpados caídos.
Saqué mi cuaderno y busqué una la lapicera para responderle.

-No sé en qué aula tengo, mi profesor es Kim Jihun.

Lo único que pude escribirle fueron esas palabras. Seguido le extendí el cuaderno. Al principio se mostró algo sorprendido, pero contestó en cuanto leyó el mensaje.

-Entonces tienes clase aquí, ese profesor da clases aquí, y siempre me termina corriendo del aula.

Asientí ante sus palabras. Nunca tuve el don del habla, como el donde no meter la pata y como...bueno, se sobreentiende.
Arrebaté el cuaderno de sus manos y me apresuré a escribirle algo.

-Me llamo Mavis. Toco piano y esta va a ser mi primera clase.

Volví a mostrarle el cuaderno con lo que había escrito. Tardo apenas unos segundos en contestarme.

-Oh... Mavis-Llevó el dedo índice a su mentón-.Pero, el profesor Jihun no da clases de piano. Jihun es profesor de violín.

Mi expresión paso de confusión a un enojo tremendo. Sabía que esto era obra de mamá, ella siempre tuvo la idea de que me encantaba el violín, y el violín si bien me gustaba no era lo que me apasionaba, o al menos no tanto como el piano.

Di vuelta la página. Escribí lo más rápido que pude:

-No es posible, me dijeron que iba a tomar clases de piano

Gire el cuaderno para que lea lo escrito pero él se había distraído viendo como una pelusa se iba posando arriba del piano. Como no me tomó importancia agarré se brazo y lo sacudí ligeramente.
Una vez que volvió a fijar su atención en mí, sacudí el cuaderno para que captara que tenía que leer lo escrito.

-Pues es la verdad, da clases de violín, no de piano-Cruzó sus brazos y apoyó su peso en una sola pierna, haciendo que saque la poca cadera que tiene-. ¿Por qué escribes en ese cuaderno en vez de hablar?

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⏰ Última actualización: Nov 14, 2017 ⏰

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Stigma |Kim Taehyung|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora