He's my tipe. Shawn Mendes

menos dos.

Todos regresábamos de la semana de Spring Break a Palo Alto, California,  y justo a la semana de haber tenido clases realizaron la fiesta en su honor, ahí inició la pequeña pero infortunada historia.

Fuimos a la fraternidad más famosa, y a la fiesta más grande de la universidad. Todos con traje de baño y en look playero, había un DJ y una alberca.

-¡Ethan! Tómanos una foto.

Hannah le tendió el celular y posamos en la entrada.

-Ahora los tres- dije tomando el teléfono y estirando el brazo para tomarla.

Nos adentramos en el lugar y tomamos unas margaritas que estaban a la entrada, ya eran las seis de la tarde y no tardaba en anochecer.

Había unas cuantas personas en la alberca, nosotras ni siquiera traíamos bikini.

-Deberían de ir conmigo una semana en el verano: alberca, casa en la playa y vecinas extranjeras- dijo Ethan suspirando.

-Suena bien- comenté emocionada.

-Las vacaciones del chico rico- dijo Hannah con ironía.

-Ni digas, cuando estés ahí querrás quedarte para siempre.

-¿Y a cuántas extranjeras has ligado?- pregunté, alzando las cejas.

-Siete.- dijo y empezó a contar con los dedos.- una colombiana, una española... brasileña, mexicana, 2 de aquí y otra canadiense.

-¿Y acción?

-Con cuatro- dijo riendo.- Pero este año...

-Si si, ya entendimos- paró Hannah.

Cuando oscureció completamente nos unimos a un grupo y empezamos a bailar y tomar.

-Hey, ¿quieren jugar beer pong?- nos preguntó Alex.

-Soy malísima- le dije y sonrió.

-No te preocupes Gen, eres conmigo.

-¿Y yo qué?- se quejó Han.

-Yo soy contigo- se ofreció Ethan.- Emborracháremos a Gen.

-Ethan, eres peor que yo, la que te salvará es Han.

Él alegó que había mejorado y Han puso los ojos en blanco.

Nos dirigimos a la mesa y Alex dispuso los vasos de nuestro lado.

-Tú primero- me dijo y me ofreció la pelota.

Al aventarla cayó en uno de los vasos de en medio.

-¿No que eras mala?

-Fue suerte- le dije a mi compañero de equipo.

Fue el turno de Ethan y no le atinó, fue hasta la quinta ronda que Hannah aventó la pelota, que me tocó tomar a mí. Íbamos 4-2 favor nosotros.

7-3 y otro shot para mí. 8-5, uno para mí y otro para Alex. Al sexto que le tocaba tomar a Hannah se rindió excusándose de que no quería emborracharse tanto. Sin embargo Ethan siguió y hasta terminó los de mi equipo al perder.

-Somos buenos- me dijo Alex.

Nos dirigimos hacia la extensa terraza que daba al jardín lateral, dejando a mis amigos incorporarse al grupo anterior.

-Sí, bueno tú lo eres.

-¿En qué eres mejor?- preguntó enderezándose.