Abrí mis ojos para encontrarme con algunas cajas a mi alrededor, ya hacia dos semanas habíamos llegado a Londres, ciudad donde residiría hasta dios sabe cuando, por el cambiante paradero del trabajo de mi padre. Para mi mísera suerte los asuntos del Instituto ya estaban resueltos.
Afortunadamente para cuando me encontraba lista, pude disfrutar de algunos minutos con mis padres antes de que se fueran por una importante reunión en su trabajo. Este tipo de situación solía ser constante, siempre estaba rodeada de las cámaras de seguridad de la casa, y de la chica ama de llaves.
Al salir de casa, estaba Jessy.
Jessy, días atrás me había ayudado con algunas cajas al llegar a esta nueva casa, eramos casi vecinas. Y he dicho casi porque una calle nos separaba. Era del tipo de chica servicial y parlanchina que conocías por todos lados, y tuve que contener la risa al recordar que se había emocionado cuando dije que iba a ir al mismo instituto que ella. Nos saludamos brevemente para subir a mi auto, regalo de consolación por ser la octava vez en diecisiete años que nos trasladamos a otra ciudad, y si era un auto de bajo perfil, no quería llamar la atención, bastaba con estar en uno de los más caros institutos de la ciudad nubosa, como para conducir uno de los autos para nada discretos de mi padre, prefería estar en bicicleta como lo hacía de niña.
Como era de esperarse el Instituto que ahora estaba a mi vista era tal como su nombre lo indicaba, presuntuoso, demasiado grande y realmente antiguo, lo cual podía que fácilmente ir andando en la noche y verlo te daría miedo. Jessy me dijo que debía doblar hacia la derecha con su dedo, hacia los ya poblado pasillos, dejando me donde estaba la sala de información que necesitaba para saber cuál era mi horario y mi casillero.
Teniendo al fin la clave de mi casillero pude descargar mi pesada mochila, mi madre suele ser muy cuidadosa y exagerada cuando se trataba de primer día de escuelas dándome siempre, literalmente, una biblioteca en libros de escuela. Mi primera clase era biología y el timbre ya había sonado, y por si fuera poco, el aula quedaba lejos de donde me encontraba. Y si, llegar tarde hacia que el mito de todos los puestos estuvieran ocupados, fuera cierto, excepto los del final, miró rápidamente los puestos que hay al frente de mi, pero no doy con Jessy, me siento nerviosa, pero la verdad nada que no haya pasado antes.
Todos tienen su compañero de mesa, a excepción por el de tercera fila de asientos y camine hasta el final de estos, ya que era, repito, el único sin un acompañante.
Había un chico en ella, ya un poco más de cerca pude detallar qué era condenadamente guapo de tez bronceada, ojos verdosos y miel, una combinación hermosa, y cabellera oscura, su rostro era muy serio, a decir verdad daba miedo, mi puesto, que era realmente una silla, quedaba junto a el, suspire y camine lo que quedaba de tramo hacia donde el, su mirada se poso en mi por uno segundos dándome la oportunidad de perder me en ellos, pero en cuanto iba abrir la boca el ya había puesto su mirada a la pizarra, tome asiento y a los pocos minutos después entro la profesor asegurando nos que en su clase ya había puestos fijos, y sin derecho a cambio, o sea genial me había tocado con el chico que daba miedo y
El profesor no dudo un segundo en comenzar hablar de la vida de las plantas y hacernos tomar notas de ello.
El chico de mi lado solo tomo su libreta para escribir, pero sabía que no era la clase, y claro porque no, por cotilla observe por unos minutos su libreta, pero, dándome su mirada fría y algo escalofriante hizo que la mía se retirara. Copié todo lo que el profesor dictaba ya que se negaba a copiar en el pizarra, creo que el chico de mi lado se había perdido entre tantas palabras resonando, por lo que supongo, dejo de escribir lo que sea que escribía, la campana suena todos salen muy rápido, suspire siempre me gusta salir de ultima, pero mi compañero de mesa se me adelanto, dejando tras de el un papel.
-Creo que no pudiste anotar - hable al fin, tiendo su hoja en la mano - así que si quieres mis apuntes - ofrecí al agitar su hoja en su dirección para captar su atención, sabiendo que estaba de espalda, una extraña corriente recorrió mi cuerpo, cuando el giro, aun tenia esa mirada.
¿apuntes, es enserio?, ¿por que debería siquiera importarte? , pero jolin que era guapo.
-No, esta bien- respondió bruscamente y retiro su hoja de mi mano.
- Me llamo Briana Scott- mentí y tome mi bolso, mi apellido era Parker, pero desde niña me inculcaron a decir Scott.
- Zayn- pausó- Zayn malik- se retiro sin mas.
Vaya una actitud digna de su mirada. Era frío al igual que esta ciudad en Septiembre y era ese mes de por si. llegue la cafetería, con Jessy, le observe cuándo llego a la cafetería, Zayn se sentó en una mesa pero al verme luego se fue. Bueno esta bien, tal vez no fue por mi, sólo fue porque se tenía que ir.
- ¿Que le pasará?- pensé en voz alta.
- ¿a quien?- dijo ella mirándome con curiosidad.
- a nadie - mire a las puertas de la cafetería.
-¿Hablas de Zayn?- gire mi cabeza hacia ella, demasiado interesada quizá.
- el siempre es así; es el chico malo de brandford por a si decirlo - tome agua esperando que siguiera - aunque muy pocas veces pisa la sala de detención, casi no viene a clase, y nadie se la acerca, ni a tenido novia en este institución - ríe- un vez una chica se le acerco, pero el le dijo que todas eran unas fáciles y que se alejaran de el- la mire fijamente eso me sonaba imposible.
¿Un chico rechazando a chicas fáciles?, ¡ja! ¿quien lo diria?
- Tiene muchas chicas detrás, pero ninguna se atreve a decirle nada, si hay algo que reina en esta escuela son tres cosas - finalizó su anécdota.
- ¿Asi?- le dije y mire de nuevo hacia las puertas, como esperando a que volverá. No se que me ocurre - ¿cuales son?
- la popularidad, las chicas fáciles y- se a cerco y susurro- Zayn: no por popular o por atleta, si no por que siempre es...- le interrumpo.
- Callado, serio brusco - suelto rápidamente pero me interrumpe.
- raro - Frunze el ceño con una sonrisa. La que frunce el ceño esta vez soy yo. No era raro.
- no es raro, solo...- recuerdo nuestra breve platica, ¿me habrá visto como una fácil? - el es - necesitaba salir de ésta situación y de la mirada de Jessy - de seguro le cuesta adaptarse.
- ¿ tu no me escuchas no es así Briana?- ríe y la miro confundida - El llevó aquí dos años, por algo es el rey.
- Ah- me limite a decir todo lo que se hablaba del quizá le costaba adaptarse, ¿que no lo entendían?
Al fin había terminado la jornada de clase, era tiempo de regresar, a casa. Tomamos nuestras bicicletas, hablando en el trayecto sin prestar mucha atención al camino, hasta llegar a casa donde nos despedimos. Al llegara abrí la puerta y sabía que estaba completamente vacía, la chica de aseo me saludo y subí las escaleras, deje mi bolsa y baje a cenar.
- ¿no sabes a qué hora regresarán? - le pregunté a la chica del servicio negó con su cabeza.
- no dijeron para que fecha vuelven.
Y con aquella aclaración sabía que iba a pasar días sola, cosa que estaba acostumbrada pero vamos sólo llevábamos dos semanas, ¿no podían haber esperado al mes?, es decir esa era la tradición.
Pasadas las ocho, vi alguna películas de terror me duche y acosté, cerré mis ojos para dejarme ir por Morfeo, escuche un crujido de la ventana talle mis ojos, al abrirlos una rápida silueta había desaparecido, eso me pasa por observar películas de terror.
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Hola esta es una vieja novela que me anime a subirla espero que les guste.
